Tomás, el valiente niño de Buenos Aires


Había una vez un niño llamado Tomás que vivía en la ciudad de Buenos Aires. Un día, su mamá le pidió que fuera a comprar algunos ingredientes para hacer la cena.

Tomás estaba emocionado porque era la primera vez que le dejaban ir solo al supermercado. Tomás salió de su casa y caminó hasta la parada de taxis más cercana. En ese momento, un taxi se detuvo frente a él y el conductor bajó la ventanilla.

"-¿A dónde vas, chico?" preguntó el taxista con una sonrisa amable. "-Voy al supermercado", respondió Tomás emocionado. El taxista asintió y Tomás subió al auto.

Pero a medida que avanzaban por las calles de la ciudad, el taxista comenzó a hacer comentarios desagradables sobre otros conductores y peatones. "-¡Mira cómo maneja ese idiota!" exclamaba el taxista mientras hacía gestos ofensivos con sus manos. Tomás se sintió incómodo e inseguro dentro del taxi.

No sabía qué hacer, pero decidió mantenerse tranquilo y esperar a llegar al supermercado lo más rápido posible. Cuando finalmente llegaron al destino, Tomás pagó al taxista y rápidamente salió del auto.

Mientras caminaba hacia el supermercado, se prometió a sí mismo nunca volver a subirse en un taxi si eso significaba sentirse tan mal como acababa de experimentar. Después de comprar los ingredientes necesarios, Tomás regresó a su casa pensativo.

Le contó todo lo ocurrido a su mamá, quien escuchó atentamente su historia. Su mamá le dijo: "-Tomás, lamento mucho que hayas tenido esa experiencia desagradable. Pero recuerda, no todos los taxistas son así. Hay personas buenas y amables en todas partes.

"Tomás asintió, pero aún estaba preocupado por lo ocurrido. Decidió buscar información sobre cómo enfrentar situaciones incómodas o inseguras. Encontró un libro llamado "¡Sé valiente! Cómo afrontar situaciones difíciles" y comenzó a leerlo con atención.

Aprendió que cuando se sienta amenazado o incómodo, puede pedir ayuda a otras personas cercanas, como un conductor de autobús o un policía. Además, el libro le enseñó técnicas para mantener la calma y confiar en su intuición cuando algo no se sienta bien.

Tomás decidió practicar estas habilidades para sentirse más seguro en el futuro. Comenzó a tomar el autobús solo en lugar de taxis y siempre estaba atento a su entorno.

Un día, mientras esperaba el autobús después de la escuela, vio una situación sospechosa: alguien intentaba robarle la cartera a una señora mayor. Tomás recordó las técnicas del libro y decidió actuar. Se acercó corriendo al hombre y gritó: "-¡Déjala en paz!" Esto sorprendió tanto al ladrón que soltó la cartera y huyó rápidamente.

La señora mayor le agradeció emocionada mientras abrazaba a Tomás. Le dijo lo valiente que había sido al intervenir y cómo le había salvado el día.

Desde ese momento, Tomás supo que era capaz de enfrentar cualquier situación incómoda o peligrosa. Aprendió que su valentía y confianza en sí mismo eran herramientas poderosas para ayudar a los demás y mantenerse seguro.

Y así, Tomás continuó creciendo y enfrentando cualquier desafío con coraje, convirtiéndose en un ejemplo para todos los niños de la ciudad.

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