Tomás y el poder de las verduras


Había una vez un niño llamado Tomás que no quería comer verduras. Su papá y su mamá intentaban de todo para convencerlo, pero él siempre hacía caras y decía que no le gustaba.

Un día, en la escuela, Tomás se dio cuenta de que sus amigos que comían verduras eran más fuertes e inteligentes que él. Empezó a sentir envidia y decidió hacer algo al respecto.

Cuando llegó a casa esa tarde, le dijo a sus padres: "Quiero empezar a comer verduras". Sus padres estaban sorprendidos pero felices de escuchar eso. Le prepararon una ensalada con tomate, zanahoria y lechuga.

Tomás probó la ensalada con miedo al principio, pero luego se dio cuenta de que no era tan malo como pensaba. De hecho, ¡le gustaba! Desde ese día en adelante, Tomás empezó a incluir más verduras en su dieta diaria.

Pero un día, mientras jugaba fútbol con sus amigos en el parque cercano, notó algo extraño: ¡se estaba cansando mucho más rápido que ellos! Se sentía débil y sin energía para seguir jugando. Al llegar a casa esa noche, habló con sus padres sobre lo sucedido.

Ellos le explicaron que las verduras son importantes porque contienen muchas vitaminas y nutrientes necesarios para mantenerse saludable y fuerte. Tomás entendió el mensaje y decidió tomar medidas para mejorar su alimentación aún más. Comenzó a investigar sobre diferentes tipos de vegetales e incluso aprendió cómo cocinarlos.

Con el tiempo, Tomás se convirtió en un experto en verduras y su cuerpo se hizo más fuerte e inteligente. Sus amigos lo admiraban por ser tan enérgico y saludable.

Un día, mientras comían juntos, Tomás les compartió su secreto: "Comer verduras me ha hecho más fuerte e inteligente", dijo con una sonrisa. "¡Tú también deberías probarlo!"Desde ese momento, sus amigos empezaron a comer más vegetales y todos se sintieron mejor que nunca.

La lección que aprendió Tomás es importante para todos: ¡comer verduras es crucial para mantenerse saludable y fuerte!

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