Tomás y la búsqueda del coraje



Había una vez un pequeño niño llamado Tomás, quien siempre decía que iba a la casa de la casa cuando quería decir que se iba lejos.

Un día, Tomás estaba jugando en el parque con su amigo Juan cuando de repente desapareció. Juan buscó por todas partes pero no pudo encontrar a su amigo. Preocupado y asustado, corrió a buscar ayuda. Encontró al Sr. Pedro, un amable anciano que vivía cerca del parque. "Sr.

Pedro, ¿ha visto a Tomás? Él desapareció mientras estábamos jugando en el parque", preguntó Juan. "No lo he visto, pero no te preocupes, vamos a buscarlo juntos", respondió el Sr. Pedro. Así comenzó la búsqueda de Tomás.

Buscaron en todos los lugares posibles: las calles cercanas, los callejones oscuros y hasta el bosque detrás del parque. Después de horas buscando sin éxito alguno, todos estaban agotados y tristes por no encontrar a Tomás.

"¡Miren! ¡Allí está!", gritó Juan señalando hacia una pequeña colina cercana donde estaba sentado Tomás mirando hacia el horizonte. El Sr.

Pedro se acercó para hablar con él y descubrió que había salido corriendo porque tenía miedo de irse lejos de casa y perderse para siempre. "Tomás, nunca debes tener miedo de salir al mundo y explorar cosas nuevas", dijo el Sr. Pedro cariñosamente mientras abrazaba al pequeño niño.

Tomás entendió lo que decía el anciano y prometió ser más valiente en adelante e incluso aprender a decir las cosas correctamente. Desde ese día, Tomás dejó de decir que iba a la casa de la casa y se aventuró en nuevas experiencias sin miedo. Y así, con el apoyo del Sr.

Pedro y su amigo Juan, Tomás aprendió una gran lección: nunca debemos tener miedo de salir al mundo y explorar nuevas aventuras.

FIN.

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