Tomás y Luna en la red segura


Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Digital, donde todos los habitantes eran personajes de cuentos y leyendas que cobraban vida en el mundo virtual.

En este lugar mágico vivía Tomás, un niño curioso y aventurero que amaba navegar por internet en busca de nuevas historias. Un día, mientras exploraba la red, Tomás recibió un mensaje extraño de alguien que decía ser su amigo. El mensaje le pedía información personal y le hacía sentirse incómodo.

Sin dudarlo, Tomás decidió contarle a sus padres lo sucedido. "Papá, mamá, recibí un mensaje raro en internet. ¿Qué debo hacer?" -preguntó preocupado Tomás.

Sus padres se sentaron junto a él y le explicaron la importancia de la seguridad en línea y cómo protegerse del ciberacoso. "Tomás, es muy importante que nunca compartas información personal con extraños en internet. Si algo te hace sentir incómodo o inseguro, debes contarnos de inmediato", dijo su papá.

"Además, siempre verifica la identidad de las personas con las que interactúas en línea y no aceptes solicitudes de amistad de desconocidos", agregó su mamá.

Tomás asintió con determinación y prometió seguir los consejos de sus padres para mantenerse seguro mientras navegaba por internet. Días después, mientras jugaba en un divertido juego en línea, Tomás conoció a Luna, una niña simpática que compartía sus mismos intereses. Juntos exploraron nuevos mundos virtuales y se divirtieron durante horas.

Un día, Luna le pidió a Tomás que se encontraran fuera del juego para seguir conversando. A pesar de llevar mucho tiempo hablando juntos, Tomás recordó el consejo de sus padres sobre no encontrarse con desconocidos en persona sin su permiso.

"Luna, me encantaría conocerte fuera del juego pero primero necesito hablarlo con mis papás", le respondió Tomás con sinceridad. Luna comprendió la precaución de Tomás y juntos decidieron contarles a sus padres sobre su amistad virtual.

Los padres de ambos niños se reunieron para hablar sobre cómo podían garantizar la seguridad de sus hijos mientras disfrutaban del mundo digital. Finalmente, acordaron supervisar las interacciones en línea de los niños y establecer reglas claras para protegerlos del ciberacoso.

Así, Tomás aprendió la importancia de comunicarse abiertamente con sus padres sobre cualquier situación riesgosa que pudiera encontrar en internet. Desde entonces, Tomás continuó explorando el mundo virtual junto a Luna bajo la atenta mirada y guía amorosa de sus padres.

Juntos descubrieron grandes aventuras digitales mientras mantenían viva la llama de la amistad segura e inteligente en línea.

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