Tomasito y el Tomate Perdido



Tomasito era un niño muy travieso y distraído a quien su mamá le pidió que comprara un tomate para la sopa. En camino hacia la verdulería, vio la heladería de Don Pedro y se tentó con un helado.

Olvidando por completo su misión, decidió comprar el helado y disfrutarlo sin remordimientos. Al darse cuenta de su error, sintió un nudo en la garganta y lágrimas brotaron de sus ojos como un río desbordado.

Con la nariz roja y los ojos hinchados, regresó a casa. Su madre, preocupada, le preguntó qué le sucedía. Tomasito, entre sollozos, le contó todo.

Su madre, en vez de enojarse, le dio un abrazo reconfortante y le explicó la importancia de ser responsable y cumplir con las tareas encomendadas. Juntos, decidieron resolver el problema.

Con ingenio, prepararon una deliciosa salsa de tomate para la sopa ¡sin olvidar comprar un tomate extra! Desde aquel día, Tomasito aprendió una lección invaluable: la importancia de la responsabilidad y la resolución de problemas. Nunca más volvió a olvidar una tarea, ¡y mucho menos un tomate para la sopa!

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!