Tortuga en peligro


. Cada fin de semana, la familia se dirigía a la costa para disfrutar del sol, la arena y el mar.

Matilda era la mayor y le encantaba mostrarle a su hermana menor Joaquina cómo encontrar los caracoles más bonitos. Un día, mientras caminaban por la playa en busca de caracoles, encontraron una bolsa de plástico abandonada en la orilla del mar. Matilda se acercó a reagarrarla y descubrió que estaba llena de basura.

"¡Miren todo esto!", exclamó ella con tristeza. "No podemos dejar que esto contamine nuestro hogar". Joaquina asintió con tristeza, pero Josefina y Lucho les dijeron: "No te preocupes chicas, haremos algo al respecto".

Así que comenzaron a reagarrar toda la basura que encontraron en la playa mientras otros turistas los miraban sorprendidos. Después de un rato, habían llenado varias bolsas con basura.

Pero entonces vieron algo aún peor: una tortuga marina atrapada en una red de pesca abandonada cerca del agua. La pobre criatura estaba luchando por liberarse. Matilda gritó: "¡Tenemos que ayudarla!" Y sin pensarlo dos veces, corrieron hacia el agua para salvar a la tortuga.

Con mucho cuidado cortaron las redes con unas tijeras y liberaron al animal. La tortuga nadó rápidamente hacia el océano mientras todos aplaudían emocionados. Fue entonces cuando Joaquina dijo: "Debemos ser responsables con nuestro planeta para evitar que cosas como estas sigan ocurriendo".

Desde ese día en adelante, cada vez que iban a la playa, Matilda y Joaquina se aseguraban de reagarrar toda la basura que encontraban en su camino. También hablaron con sus amigos y familiares sobre la importancia de cuidar el medio ambiente.

Gracias a ellas, muchos otros turistas comenzaron a seguir su ejemplo y limpiar las playas también. Y así, poco a poco, lograron hacer un cambio positivo en el mundo.

La lección que aprendieron es que cada pequeña acción cuenta para proteger nuestro hogar: La Tierra.

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