Tortuga, la sabia y amable tortuga



Había una vez, en el hermoso parque de Calblanque, una tortuga llamada Tortuga. Era conocida por su gran sabiduría y por ser muy amable con todos los animales que vivían allí.

Un día, mientras paseaba por el parque, se encontró con un grupo de niños que estaban reagarrando basura. Los niños estaban tristes porque habían descubierto que alguien había dejado mucha basura en el parque y eso estaba contaminando el lugar donde vivían los animales.

Tortuga se acercó a ellos y les preguntó qué estaba pasando. "Tortuga, estamos limpiando el parque porque encontramos mucha basura. Queremos dejarlo limpio para proteger a los animales", dijo uno de los niños.

Tortuga sonrió y decidió ayudar a los niños en su tarea. Juntos, comenzaron a reagarrar la basura del suelo y colocarla en bolsas grandes.

Mientras trabajaban, Tortuga les contaba historias sobre la importancia de cuidar nuestro entorno y cómo podemos hacer pequeñas acciones para proteger al planeta. Los días pasaron y cada vez más personas se unieron a la causa de limpiar el parque. Los árboles volvieron a brillar con su verdor característico y los animales podían jugar sin preocuparse por tropezarse con basura.

Un día, mientras seguían limpiando, Tortuga escuchó un ruido extraño proveniente del lago cercano. Se acercó rápidamente para averiguar qué era lo que ocurría. Al llegar al lago, vio a un patito atrapado entre las ramas flotantes.

"¡Ayuda, Tortuga! ¡No puedo salir de aquí!", gritó el patito asustado. Tortuga, con su caparazón resistente, se acercó al patito y lo ayudó a subirse. Juntos nadaron hasta la orilla y el patito pudo volver con su familia.

Todos los animales del parque aplaudieron a Tortuga por su valentía y generosidad. A partir de ese día, Tortuga se convirtió en una leyenda en Calblanque.

Los niños le contaban a otros sobre la tortuga sabia que había ayudado a limpiar el parque y rescatar a un patito. Gracias a su historia, cada vez más personas comenzaron a cuidar del medio ambiente y evitar arrojar basura en lugares inapropiados.

El parque de Calblanque volvió a ser un lugar lleno de vida y alegría. Los animales vivían felices gracias al esfuerzo conjunto de todos los habitantes del lugar.

Y así fue como Tortuga demostró que no importa cuán pequeño seas, siempre puedes hacer una gran diferencia si te preocupas por cuidar nuestro planeta. Desde aquel día, todos aprendieron la lección de Tortuga: "Cuidemos nuestro hogar para que siempre sea un lugar maravilloso para vivir".

FIN.

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