Tracti y el espíritu de la montaña
Había una vez un pequeño tractor llamado Tracti que vivía en una granja rodeada de hermosas montañas. Un día, mientras paseaba por los campos, encontró un hueso misterioso y decidió investigar.
- ¿Qué es esto? - se preguntó Tracti mientras sostenía el hueso en su mano. De repente, escuchó una voz proveniente de la montaña:- ¡Hola! ¿Quién eres tú? Tracti miró a su alrededor, pero no vio a nadie.
Entonces se dio cuenta de que la voz venía del interior del hueso. Sin dudarlo, respondió:- Soy Tracti, un pequeño tractor curioso. Acabo de encontrar este hueso y estoy tratando de descubrir qué es. La voz dentro del hueso habló nuevamente:- Ese es mi hogar.
Soy el espíritu protector de esta montaña y he estado atrapado en ese hueso durante mucho tiempo. Si me ayudas a salir, te contaré historias fascinantes sobre esta tierra.
Tracti estaba emocionado ante la idea de conocer más sobre la historia y las leyendas locales, así que decidió ayudar al espíritu a salir del hueso. Con su fuerza mecánica y habilidad para excavar, Tracti finalmente logró liberar al espíritu protector.
Como prometido, el espíritu comenzó a contarle historias increíbles sobre la zona circundante: desde leyendas antiguas hasta secretos ocultos detrás de cada roca y árbol. Pero lo más importante que aprendió Tracti fue cómo cuidar y preservar la naturaleza que lo rodeaba.
El espíritu protector le enseñó la importancia de mantener el equilibrio en el ecosistema y cómo cada criatura, grande o pequeña, tenía un papel importante que desempeñar. Desde entonces, Tracti se convirtió en el defensor de las montañas y trabajó duro para protegerlas y cuidarlas.
Y aunque nunca volvió a encontrar al espíritu protector dentro del hueso, siempre recordaría las historias que había compartido con él.
Y así es como Tracti aprendió una valiosa lección sobre la importancia de escuchar a los demás, aprender de ellos y trabajar juntos para proteger nuestro hogar común: el planeta Tierra.
FIN.