Travesuras entre páginas



Había una vez en un pequeño pueblo de Argentina, un grupo de niños de preescolar llamados Mateo, Sofía y Lucas. Estos tres amigos eran muy traviesos y les costaba mucho respetar las cosas de los demás.

Siempre tomaban los juguetes sin permiso y no cuidaban sus pertenencias. Un día, mientras exploraban el desván del colegio, encontraron un libro antiguo y misterioso.

Sin pensarlo dos veces, decidieron abrirlo y ¡puf! ¡Fueron absorbidos por sus páginas! Cuando se dieron cuenta, estaban dentro del libro mágico en un mundo lleno de cuentos de hadas. Los personajes de los cuentos cobraron vida ante sus ojos sorprendidos. En ese momento apareció Cenicienta con su vestido azul brillante y zapatitos de cristal.

Ella miró a los niños con ternura y les dijo: "¡Hola chicos! Veo que han llegado al mundo mágico de los cuentos. Pero aquí hay una regla muy importante: debemos respetar las cosas de los demás".

Los niños se sintieron avergonzados por su comportamiento anterior y prometieron cambiar. Cenicienta decidió llevarlos a conocer a otros personajes para enseñarles la importancia del respeto. Caminaron hasta el bosque encantado donde encontraron a Blancanieves rodeada por siete simpáticos enanitos.

Blancanieves sonrió amablemente y les explicó: "El respeto es como el amor hacia uno mismo y hacia los demás. Cuando respetamos las cosas de los demás, estamos demostrando que valoramos su propiedad y su espacio".

Los niños asintieron con la cabeza, comprendiendo el mensaje. Pero la aventura no había terminado. De repente, se escuchó un ruido fuerte y vieron a un lobo feroz acercándose rápidamente.

Los niños se asustaron, pero entonces apareció Caperucita Roja con su cestita de frutas. Caperucita les dijo: "El respeto también es importante por nuestra seguridad. Cuando tomamos las cosas de los demás sin permiso, podemos meternos en problemas o lastimarnos".

Los niños entendieron que el respeto no solo era para cuidar las pertenencias de otros, sino también para protegerse a sí mismos. Después de esta lección valiosa, los tres amigos decidieron regresar al mundo real. Al salir del libro mágico, encontraron a sus maestros esperándolos con una mirada preocupada.

Mateo, Sofía y Lucas se disculparon sinceramente por tomar las cosas sin permiso y prometieron cambiar su actitud. Desde ese día en adelante, aprendieron a respetar las pertenencias de los demás y valorar lo que tenían.

La historia sobre cómo entraron en el libro mágico se convirtió en un cuento infantil muy popular que enseñaba a todos los niños del pueblo la importancia del respeto hacia los demás.

Y así fue como Mateo, Sofía y Lucas descubrieron que el respeto era una cualidad fundamental para vivir en armonía con los demás. A partir de aquel día, siempre recordaron la lección que aprendieron en el mundo mágico de los cuentos de hadas.

FIN.

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