Trenzando Lazos en Buenos Aires



Había una vez en un barrio tranquilo de Buenos Aires, Cristina y Adrián, una pareja muy enamorada que disfrutaba pasar tiempo juntos paseando por el parque, cocinando juntos y compartiendo sus sueños.

Un día, mientras caminaban por la plaza cerca de su casa, vieron a un niño pequeño sentado en un banco llorando. - ¡Pobrecito! ¿Qué le habrá pasado? -dijo Cristina preocupada. - No lo sé, pero no podemos dejarlo solo aquí.

Vamos a ver si necesita ayuda -respondió Adrián decidido. Se acercaron al niño llamado Matías y descubrieron que se había perdido mientras jugaba con sus amigos en la plaza. Sin dudarlo, Cristina y Adrián se ofrecieron a ayudarlo a encontrar a sus padres.

Caminaron juntos por el barrio preguntando a los vecinos si reconocían al niño, pero nadie sabía quién era. - Tranquilo Matías, vamos a cuidarte y encontrar a tus papás juntos -dijo Cristina con ternura mientras secaba las lágrimas del niño.

Así fue como Matías empezó a vivir temporariamente con Cristina y Adrián. Los días pasaban y cada vez estaban más unidos. Jugaron juntos, cocinaron galletitas en la cocina y contaron historias antes de dormir.

Matías estaba feliz de tener una nueva familia que lo cuidaba con tanto amor. Un día, mientras paseaban por la plaza donde se conocieron, Matías señaló emocionado hacia un grupo de personas que se acercaban corriendo hacia ellos.

- ¡Son mis papás! ¡Mis papás me encontraron gracias a ustedes! -gritó Matías saltando de alegría. Los padres de Matías abrazaron emocionados a Cristina y Adrián, agradeciéndoles por haber cuidado tan bien de su hijo hasta encontrarlos.

- Nunca olvidaremos lo que han hecho por nuestra familia. Gracias por ser tan bondadosos -dijeron los padres de Matías con lágrimas en los ojos. Cristina y Adrián sintieron una gran felicidad al ver reunida a esa familia nuevamente.

Aunque les doliera despedirse de Matías, sabían que habían hecho algo maravilloso al ayudarle cuando más lo necesitaba. Desde ese día en adelante, Cristina y Adrián siguieron siendo inseparables pero siempre recordarían con cariño la aventura junto a Matías.

Y aunque ya no vivieran juntos bajo el mismo techo, sabían que habían ganado un amigo para toda la vida en ese pequeño niño lleno de inocencia y amor.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!