Tres amigos en el bosque



Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Esperanza, una familia muy unida compuesta por la mamá Marta, el papá Juan y sus dos hijos, Lucas y Sofía.

Un día, mientras la familia disfrutaba de un picnic en el bosque cercano, escucharon un fuerte rugido que los dejó helados. -¡Qué fue eso! -exclamó Marta con temor en su voz. -Lucas, Sofía, quédense cerca de nosotros -ordenó Juan mientras intentaba mantener la calma.

Decidieron investigar de dónde provenía aquel extraño sonido y se adentraron en el bosque. Pronto descubrieron que se trataba de una enorme criatura con escamas brillantes y ojos centelleantes que parecía estar atrapada entre los árboles. -¡Es un dragón! -gritó Lucas asombrado.

La criatura parecía asustada y atrapada entre las ramas de los árboles caídos. La familia decidió trabajar juntos para ayudar al dragón a liberarse. Con mucho esfuerzo lograron despejar el camino y permitirle salir de su encierro.

El dragón les miró con gratitud y les dijo en un tono profundo:-Gracias por haberme salvado. Estaba atrapado sin poder moverme desde hace días.

La familia lo escuchó atentamente mientras el dragón les contaba cómo había llegado allí persiguiendo a unos cazadores furtivos que querían capturarlo por su piel brillante. Conmovidos por la historia del dragón, Marta propuso llevarlo a casa para protegerlo de los cazadores malvados. El dragón aceptó encantado y se convirtió en parte de la familia.

Le pusieron por nombre —"Brillo"  debido a sus relucientes escamas. Los días pasaron y Brillo demostró ser un amigo leal y protector para la familia. Cuando algún peligro acechaba cerca, él siempre estaba dispuesto a defenderlos con valentía.

Juntos vivieron muchas aventuras emocionantes que fortalecieron aún más su vínculo familiar. Un año después, los cazadores furtivos regresaron al pueblo decididos a capturar al dragón. Esta vez estaban mejor preparados y no dudarían en usar la fuerza si era necesario.

La familia se preparó para enfrentar esta nueva amenaza junto a Brillo. En una noche oscura y tormentosa, los cazadores rodearon la casa de la familia con antorchas encendidas y redes listas para atrapar al querido amigo reptil.

Pero no esperaban encontrarse con la astucia e inteligencia de Brillo, quien con sus llamaradas logró ahuyentar a los intrusos antes de que pudieran hacerle daño alguno.

Desde ese día, los cazadores nunca volvieron a molestar al pueblo ni a Brillo, quien se convirtió en el héroe local gracias a su valentía y lealtad hacia su nueva familia.

Juntos aprendieron que no importa cuán trajicas sean las circunstancias; cuando se está unido como familia todo es posible enfrentando cualquier situación dramática con amor incondicional.

FIN.

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