Tres amigos en el parque



Un día soleado, Luisina y Julia decidieron pasar la tarde juntas en el parque de su ciudad. Las dos niñas estaban muy emocionadas por tener una tarde llena de diversión y aventuras.

Al llegar al parque, se encontraron con un cartel que anunciaba un concurso de arte para niños. El primer premio era un set completo de pinturas y pinceles, algo que Julia anhelaba desde hacía mucho tiempo.

Sin pensarlo dos veces, ambas decidieron participar en el concurso. Luisina y Julia se sentaron bajo un árbol frondoso y comenzaron a dibujar. Luisina eligió dibujar una hermosa mariposa mientras que Julia decidió plasmar en papel sus pasos de baile favoritos.

Mientras las niñas se concentraban en sus creaciones, notaron a lo lejos a un niño solitario observándolas con tristeza. Se acercaron a él para preguntarle qué le sucedía. - Hola, ¿estás bien? - preguntó Luisina preocupada.

- Estoy bien, solo me siento solo porque no tengo amigos para jugar - respondió el niño con timidez. Luisina miró a Julia y sin dudarlo dijo:- ¡Ven a jugar con nosotros! Seremos tus amigos. El niño sonrió tímidamente y aceptó la invitación.

Juntos corrieron por el parque riendo y jugando como si fueran los mejores amigos del mundo. Mientras tanto, los organizadores del concurso habían terminado de revisar todos los dibujos presentados por los niños del parque.

Llegó entonces el momento de anunciar al ganador del primer premio. Para sorpresa de Luisina y Julia, el niño que habían conocido momentos antes fue nombrado como el ganador. - ¡Felicidades! - exclamaron las niñas al verlo recibir su merecido premio.

El niño agradeció a sus nuevas amigas por haberlo incluido en su juego y les explicó que dibujar era una de las pocas cosas que lo hacía feliz.

Había perdido la esperanza de hacer amigos, pero gracias a Luisina y Julia había encontrado algo más valioso: la amistad verdadera. Desde ese día, los tres niños se convirtieron en inseparables amigos. Juntos descubrieron nuevos juegos, aprendieron distintos bailes y crearon hermosos dibujos llenos de color y alegría.

Luisina, Julia y su nuevo amigo nos enseñan que la amistad no tiene límites ni barreras. Que siempre hay espacio para incluir a alguien más en nuestras vidas y compartir momentos especiales juntos.

Y sobre todo, nos muestran que un pequeño gesto puede hacer una gran diferencia en la vida de alguien. Así termina esta historia llena de aventuras, risas y amistad. Una historia que nos recuerda lo importante que es ser generosos con los demás y valorar cada momento compartido con aquellos que amamos.

FIN.

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