Tres Amigos Valientes



Beto y Pili eran dos amigos inseparables. Les encantaba jugar juntos todos los días después de la escuela. Sin embargo, un día algo sucedió que puso a prueba su amistad.

Un nuevo niño llamado Lucas se mudó al barrio y se unió a la clase de Beto y Pili. Lucas era muy tímido y no hablaba mucho, lo que hizo que algunos niños empezaran a burlarse de él.

Al principio, Beto y Pili también tenían sus dudas sobre Lucas. No entendían por qué era tan callado y diferente a ellos. Pero en lugar de unirse a las burlas, decidieron acercarse a él para conocerlo mejor.

Un día, mientras jugaban en el parque, Beto le preguntó a Lucas: "¿Por qué eres tan callado?". Lucas bajó la mirada y respondió tímidamente: "Es que me cuesta hablar con personas nuevas". Pili intervino rápidamente: "¡No te preocupes! Nosotros seremos tus amigos y te ayudaremos a sentirte cómodo".

A partir de ese momento, Beto, Pili y Lucas se convirtieron en un trío inseparable. A medida que pasaban más tiempo juntos, Beto y Pili descubrieron que Lucas tenía gustos diferentes a los suyos.

Mientras a ellos les gustaba jugar al fútbol, Lucas prefería dibujar y leer libros. En lugar de criticarlo por ser diferente, decidieron respetar sus intereses e incluso probar cosas nuevas juntos.

Un día, mientras exploraban el bosque cerca del barrio, se encontraron con un árbol gigante con una colmena en la parte superior. Beto propuso trepar hasta allí para ver las abejas más de cerca. Pero cuando estaban por subir, Lucas les advirtió: "Es peligroso acercarse demasiado a las abejas".

Beto estaba decidido a llegar hasta arriba, pero Pili pensó en la advertencia de Lucas y decidió quedarse abajo con él.

De repente, unas abejas salieron volando hacia ellos y Beto quedó atrapado en lo alto del árbol sin saber qué hacer. "¡Ayuda! ¡No puedo bajar!", gritó Beto asustado. Lucas rápidamente buscó una rama larga y logró hacerla llegar hasta donde estaba Beto para ayudarlo a descender sin molestar a las abejas.

Una vez todos estuvieron sanos y salvos en tierra firme, Beto miró emocionado a sus amigos: "¡Gracias por salvarme! Tenías razón sobre las abejas". Pili sonrió orgullosa: "A veces es importante escuchar las opiniones de los demás aunque sean diferentes a las nuestras".

Desde ese día en adelante, los tres amigos aprendieron que ser tolerantes significa aceptar las diferencias de los demás sin juzgarlas. Descubrieron que cada persona es única e especial a su manera; solo hace falta darles una oportunidad para demostrarlo.

Y así fue como Beto, Pili y Lucas vivieron muchas aventuras juntos siendo siempre tolerantes entre sí.

FIN.

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