Tres notas de éxito



Había una vez, en un pequeño pueblo de Argentina, tres músicos llamados Juanito, Martita y Carlitos. Ellos eran grandes amigos y compartían la pasión por la música.

Juntos formaban un trío musical que alegraba los corazones de todos los habitantes del lugar. Un día, mientras ensayaban en el parque del pueblo, se les acercó un señor muy elegante llamado Don Ernesto. Tenía una expresión seria pero amable en su rostro.

"¡Hola chicos! He escuchado su música y me ha encantado. Mi nombre es Don Ernesto y soy el dueño de un famoso teatro en la ciudad vecina", dijo sonriendo. Los tres músicos se miraron emocionados ante tan inesperada oportunidad.

"Estamos felices de conocerlo, Don Ernesto", respondió Juanito con entusiasmo. Don Ernesto continuó: "Estoy organizando un gran concierto para celebrar el aniversario del teatro y me preguntaba si ustedes estarían interesados en participar". Los ojos de Martita brillaron de emoción al escuchar las palabras de Don Ernesto.

"¡Claro que sí! Sería un honor para nosotros tocar en su teatro", exclamó ella emocionada. Don Ernesto sonrió satisfecho y les entregó una tarjeta con la dirección del teatro. "Nos vemos allí mañana a las 10 a. m.

", dijo antes de despedirse. El trío musical no podía creer lo que acababa de pasar. Estaban llenos de júbilo e ilusión mientras caminaban hacia sus casas para prepararse para el gran día siguiente.

Al llegar al teatro, quedaron maravillados con su belleza y grandeza. Era el lugar más impresionante que habían visto en sus vidas. "¡Wow! Esto es increíble", exclamó Carlitos mientras miraba alrededor.

Don Ernesto los recibió calurosamente y les presentó a los demás artistas que participarían en el concierto. Había cantantes, bailarines y magos de todas partes del país. El ensayo fue emocionante pero también desafiante.

Los tres músicos se dieron cuenta de que debían mejorar su técnica para estar a la altura del talento presente en ese escenario. Durante las siguientes semanas, Juanito, Martita y Carlitos practicaron sin descanso. Se ayudaban mutuamente, brindándose consejos e inspiración. Finalmente llegó el día del concierto. El teatro estaba lleno hasta el último asiento.

Las luces se apagaron y el telón se abrió revelando un escenario deslumbrante. Uno por uno, los artistas fueron mostrando sus talentos al público extasiado.

Llegó el turno del trío musical: Juanito tomó su guitarra, Martita agarró su violín y Carlitos se sentó frente al piano. La música comenzó a fluir de sus instrumentos como nunca antes lo había hecho. El público quedó cautivado por la melodía envolvente que salía de aquellos jóvenes músicos.

Al finalizar la canción, todos estallaron en aplausos y ovaciones estruendosas. Los tres amigos miraron asombrados hacia el público que seguía aplaudiendo sin cesar.

Don Ernesto subió al escenario para felicitarlos y les dijo: "Chicos, su música ha tocado el corazón de todos los presentes. Han demostrado que con esfuerzo y dedicación, se pueden lograr grandes cosas". Desde aquel día, Juanito, Martita y Carlitos continuaron su camino en la música.

Participaron en muchos conciertos más y llevaron su arte a diferentes lugares del mundo. Y así fue como tres músicos argentinos dejaron una huella imborrable en la historia de la música, inspirando a otros jóvenes talentosos a perseguir sus sueños con pasión y perseverancia.

FIN.

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