Trompita y las tortugas rápidas



Había una vez en la sabana africana un elefante llamado Trompita, que tenía unas orejas enormes y una colita corta y peluda. Era muy curioso y aventurero, siempre estaba explorando su entorno.

Un día, mientras caminaba por la selva, se encontró con unos animales muy extraños. Eran pequeños y animals, con una especie de caparazón en la espalda y unas patas cortas pero fuertes. Trompita se acercó para saludarlos. "¡Hola! ¿Quiénes son ustedes?" -preguntó el elefante.

"Somos tortugas" -respondieron los animalitos al unísono"¿Nunca nos has visto antes?"Trompita se sorprendió al escuchar eso. Él había visto muchas cosas interesantes en su vida pero nunca había conocido a unas tortugas.

"No, nunca las he visto antes" -dijo el elefante"Pero me parece que son muy lentas ¿no les gustaría ser más rápidas?"Las tortugas se miraron entre ellas sorprendidas por lo que acababan de oír. Nunca nadie les había preguntado eso antes. "Bueno...

sí nos gustaría ser más rápidas" -dijo una de ellas tímidamente"Pero no sabemos cómo hacerlo". Trompita pensó durante unos segundos y luego tuvo una idea brillante.

"¡Ya sé qué podemos hacer! Yo puedo ayudarlas a entrenar sus patitas para que sean más fuertes y puedan correr más rápido". Las tortugas estaban felices con la idea del elefante así que comenzaron a trabajar juntos.

Trompita les enseñó ejercicios para fortalecer sus patas y también les enseñó a correr en línea recta. Pero un día, las cosas se complicaron. Una manada de leones hambrientos apareció en la sabana y comenzó a perseguir a los animales que estaban cerca. Las tortugas no podían correr lo suficientemente rápido para escapar.

Trompita se dio cuenta del peligro que corrían sus amigos y decidió hacer algo al respecto.

Con su enorme trompa, levantó a las tortugas una por una y las llevó hasta un lugar seguro donde los leones no pudieran alcanzarlas. Las tortugas estaban muy agradecidas con el elefante por haberles salvado la vida, pero Trompita les recordó que él sólo había hecho lo que cualquier amigo haría por otro.

"Lo importante es ayudarnos mutuamente" -dijo el elefante"Y si trabajamos juntos podemos lograr grandes cosas". Desde ese día, las tortugas entrenaron más duro que nunca antes con la ayuda de Trompita.

Y aunque nunca llegaron a ser tan rápidas como las gacelas o los antílopes, aprendieron a moverse con más agilidad gracias al entrenamiento del elefante aventurero. Así finaliza esta historia infantil inspiradora y educacional en el estilo argentino de Elefante, trompita, orejas, colita y chacha.

FIN.

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