Trompitas encuentra su hogar



Había una vez un circo muy famoso en la ciudad, donde todos los animales eran felices y vivían en armonía. En ese circo, el elefante era el animal más querido por todos.

Su nombre era Trompitas y se había convertido en el favorito del público por su simpatía y habilidades sorprendentes. Sin embargo, detrás de esa apariencia alegre, Trompitas escondía una tristeza profunda.

A pesar de ser amado por todos, él extrañaba mucho su hogar en la selva y anhelaba estar con otros elefantes como él. Un día, mientras ensayaban para el próximo espectáculo, Trompitas decidió hablar con su dueño, Don Cirilo. Era un hombre bondadoso que cuidaba mucho de los animales del circo.

"Don Cirilo, tengo algo importante que decirle", dijo Trompitas con voz temblorosa. "¿Qué ocurre, mi querido Trompitas? ¿Estás bien?", preguntó Don Cirilo preocupado. "Sí estoy bien físicamente pero emocionalmente me siento vacío.

Extraño a mi familia en la selva y quiero volver a casa", respondió el elefante con tristeza. Don Cirilo comprendió perfectamente cómo se sentía Trompitas porque también había tenido sueños cuando era joven y dejó todo para hacer lo que realmente amaba: dirigir un circo.

"Trompitas, entiendo tu deseo de volver a tu hogar. Yo también extrañé mucho mi vida anterior antes de tener este maravilloso circo. Pero debes saber que aquí te hemos adoptado como parte de nuestra familia".

El elefante miró a Don Cirilo con curiosidad y preguntó: "¿Qué quieres decir con eso, Don Cirilo?""Quiero decir que somos tu familia ahora. Aquí tienes amigos como los payasos, los leones y las acróbatas.

Todos te aman y te aprecian por lo que eres", explicó Don Cirilo. Trompitas reflexionó sobre las palabras de su dueño y comenzó a mirar a su alrededor. Se dio cuenta de que en el circo había encontrado un nuevo hogar lleno de amor y compañerismo.

"Tienes razón, Don Cirilo. Aquí tengo una gran familia que me cuida y valora. Me siento agradecido por todo lo que tengo", dijo Trompitas con una sonrisa en su rostro.

A partir de ese día, Trompitas decidió aprovechar al máximo su vida en el circo. Cada vez que salía al escenario, daba lo mejor de sí mismo para hacer reír y emocionar al público. Con el paso del tiempo, Trompitas se convirtió en una verdadera estrella del circo.

Su talento era reconocido en todas partes y recibió numerosos premios por sus increíbles habilidades.

Pero más allá del éxito profesional, Trompitas siempre recordaba la lección aprendida: no importaba dónde estuviera o qué hiciera, siempre tendría una familia dispuesta a apoyarlo. Y así fue cómo Trompitas encontró la felicidad dentro del circo, rodeado de amigos fieles e incondicionales. Desde entonces, él supo que el verdadero hogar es donde uno encuentra amor y aceptación.

FIN.

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