Tronky y Sinfónico en la cueva parlante



ías. El horcocanalla se llamaba Tronky, y a pesar de su peculiar condición, era un ser amable y curioso que siempre estaba en busca de aventuras y conocimiento.

Un día, mientras exploraba el segundo nivel de la cueva, Tronky escuchó una melodía muy hermosa proveniente de uno de los parlantes. Se acercó con cautela y descubrió que la música era tocada por un pequeño ratón llamado Sinfónico, quien tenía una diminuta flauta mágica.

"¡Hola! Soy Sinfónico, ¿quién eres tú?" -dijo el ratón con entusiasmo al ver a Tronky. "Soy Tronky, el horcocanalla. Nunca había escuchado algo tan hermoso como tu música. ¿Cómo logras tocar esa flauta siendo tan pequeño?" -preguntó Tronky asombrado.

Sinfónico explicó que la flauta mágica le había sido regalada por las hadas del bosque encantado, quienes le enseñaron a tocarla con el corazón.

Desde ese momento, Tronky y Sinfónico se convirtieron en grandes amigos y juntos exploraban cada rincón de la cueva llena de parlantes. En una ocasión, mientras estaban en el tercer nivel de la cueva, escucharon unos ruidos extraños que provenían del cuarto tramo.

Intrigados, decidieron investigar y descubrieron que un grupo de murciélagos traviesos estaban causando problemas al interferir con los cables de los parlantes. "¡Debemos detenerlos antes de que causen más daño!" -exclamó Tronky determinado a ayudar.

Con astucia e ingenio, Tronky y Sinfónico idearon un plan para ahuyentar a los murciélagos utilizando la música armoniosa de la flauta mágica junto con los sonidos potentes de los parlantes. Los murciélagos no resistieron tanto ruido y caos organizado por nuestros amigos que huyeron despavoridos hacia lo más profundo del cuarto tramo.

Después de esa aventura emocionante, Tronky aprendió lo importante que es trabajar en equipo para superar cualquier desafío.

Además, descubrió su amor por la música y decidió aprender a tocar algún instrumento para poder acompañar a su amigo Sinfónico en sus melodías mágicas. Así terminaba otro día en la vida del pequeño horcocanalla Tronky dentro de la cueva llena de parlantes.

Siempre listo para nuevas aventuras junto a sus amigos y lleno de inspiración para seguir creciendo como persona gracias a las enseñanzas valiosas que iba adquiriendo en cada recorrido por los diferentes niveles B.

FIN.

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