Tronqui y el mapa del amor



Había una vez un monstruo llamado Tronqui, que vivía en una casa abandonada en el bosque. Aunque Tronqui era grande y animal, en realidad era muy amable y tenía un gran corazón.

Sin embargo, siempre había deseado viajar y conocer nuevos lugares. Un día, mientras exploraba el bosque, Tronqui encontró un mapa antiguo que mostraba diferentes destinos alrededor del mundo.

Sus ojos se iluminaron de emoción al darse cuenta de que finalmente podría cumplir su sueño de viajar. "¡Voy a hacer mi maleta y partir enseguida!"- exclamó Tronqui emocionado. Tronqui salió corriendo hacia su casa para preparar todo lo necesario para su aventura. Empacó comida, ropa cómoda y su mapa mágico.

Pero antes de partir, decidió escribirle una carta a sus amigos del bosque para contarles sobre su viaje. Cuando terminó la carta, salió volando por la ventana hasta llegar al buzón de correo más cercano.

En ese momento, apareció Mariposa Linda, una mariposa colorida y brillante con quien Tronqui solía conversar. "¡Hola Mariposa Linda! ¿Quieres ayudarme a enviar esta carta?"- preguntó Tronqui animadamente. Mariposa Linda sonrió y asintió con entusiasmo.

"¡Claro que sí! Volaré tan rápido como pueda para asegurarme de que llegue a tiempo". Con la ayuda de Mariposa Linda, Tronqui envió la carta y luego se despidieron cariñosamente. Ahora estaba listo para comenzar su aventura. Siguiendo el mapa mágico, Tronqui decidió visitar la selva tropical primero.

Caminó por senderos empapados de lluvia y se maravilló con los sonidos y colores que llenaban el aire. "¡Increíble! Jamás había visto tanta vida en un solo lugar" - exclamó Tronqui emocionado.

Mientras exploraba la selva, Tronqui encontró a una familia de monos jugando en los árboles. Se acercó lentamente, sin querer asustarlos. Pronto, los monos se dieron cuenta de que Tronqui era amigable y comenzaron a jugar con él.

Después de pasar tiempo con los monos, Tronqui continuó su viaje hacia el siguiente destino: el desierto. El sol ardiente y las dunas infinitas parecían interminables para él. Pero eso no detuvo su emoción por descubrir algo nuevo.

Mientras caminaba por el desierto, sintió algo extraño bajo sus pies. ¡Eran cactus! Nunca antes había visto plantas tan curiosas como esas. Con mucho cuidado, tocaba sus púas espinosas y admiraba su resistencia ante el calor del desierto. De repente, escuchó un ruido cerca de él.

Era una serpiente buscando agua desesperadamente. Sin pensarlo dos veces, Tronqui sacó su cantimplora llena de agua fresca y se la ofreció a la serpiente sedienta. La serpiente bebió ansiosamente el agua mientras miraba agradecida a Tronqui.

"Gracias amigote monstruoso, me has salvado la vida". Tronqui sonrió y continuó su viaje hacia el último destino de su aventura: la montaña nevada. A medida que ascendía, el aire se volvía más frío y las vistas más impresionantes.

Al llegar a la cima, Tronqui se encontró con un grupo de pingüinos jugando en la nieve. Se acercó con cautela para no asustarlos y pronto estaban deslizándose por las laderas juntos.

"¡Qué divertido es jugar en la nieve! Nunca había sentido algo tan refrescante"- dijo Tronqui emocionado. Después de explorar todos los destinos en su mapa mágico, Tronqui decidió regresar a casa. Había tenido una experiencia maravillosa y aprendió muchas cosas nuevas sobre diferentes lugares y animales.

Cuando llegó a su casa abandonada en el bosque, encontró una sorpresa esperándolo: sus amigos del bosque habían dejado cartas llenas de amor y gratitud por todo lo que había hecho por ellos. Tronqui estaba muy feliz al leer cada carta.

"¡Mis amigos me extrañaron tanto como yo a ellos!"Desde ese día, Tronqui siguió siendo un monstruo amable y cariñoso.

Aunque ya no vivía solo en una casa abandonada, siempre recordaría su increíble viaje y cómo aprendió que ser valiente e ir más allá de lo conocido puede traerle nuevas amistades e inolvidables aventuras.

FIN.

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