Tronquis Melody



Había una vez un monstruo llamado Tronqui, que era azul, rojo y verde. Era muy alto y animal, pero tenía un problema: no podía escuchar.

Tronqui vivía en el Bosque Encantado junto a otros seres mágicos, pero siempre se sentía triste porque no podía comunicarse con ellos. Un día, mientras caminaba por el bosque, Tronqui encontró a una hada llamada Campanita.

Ella tenía una varita mágica y le dijo a Tronqui que podía ayudarlo a recuperar su sentido del oído. Tronqui estaba emocionado y aceptó la ayuda de la hada.

Campanita agitó su varita mágica sobre las orejas de Tronqui y en ese momento algo increíble sucedió: ¡Tronqui pudo escuchar! Estaba tan feliz que comenzó a saltar y bailar de alegría. Ahora podía disfrutar de los sonidos del bosque: el canto de los pájaros, el ruido del viento entre los árboles y las risas de sus amigos.

A medida que pasaban los días, Tronqui descubrió lo maravilloso que era poder escuchar. Se dio cuenta de que había estado perdiéndose muchas cosas hermosas antes. Decidió usar su nuevo sentido para ayudar a los demás.

Un día, mientras caminaba por el bosque con sus amigos unicornios, escuchó un llanto desesperado proveniente de detrás de unos arbustos. Se acercaron rápidamente y descubrieron a un pequeño conejito atrapado en una red. "¡No te preocupes conejito, te vamos a ayudar!"- dijo Tronqui.

Los unicornios y Tronqui trabajaron juntos para liberar al conejito de la red. Una vez que estuvo a salvo, el conejito les contó que se había perdido y no sabía cómo volver a casa.

Tronqui usó su nuevo sentido del oído para escuchar los sonidos del bosque y guió al conejito de regreso con su familia. A partir de ese día, Tronqui se convirtió en un gran amigo para todos los seres mágicos del Bosque Encantado.

Escuchaba sus problemas, los consolaba cuando estaban tristes y celebraba con ellos cuando estaban felices. Todos admiraban la nueva habilidad de Tronqui y lo consideraban un verdadero héroe. Tronqui aprendió que escuchar era una forma poderosa de conectar con los demás.

Descubrió que cada persona tiene una historia interesante por contar y que todos merecen ser escuchados. A medida que pasaba el tiempo, más monstruos acudían a él en busca de consejos y apoyo.

El Bosque Encantado estaba lleno de risas, canciones y conversaciones gracias a la valiosa lección que Tronqui había aprendido: escuchar es un acto de amor hacia los demás.

Y así, el monstruo azul rojo y verde alto animal enseñó al mundo la importancia de prestar atención a lo que otros tienen para decir. Desde aquel día, todos valoraron mucho más el sentido del oído y nunca dejaron pasar la oportunidad de escuchar atentamente a quienes tenían algo importante para compartir. Fin

FIN.

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