Tupi, el guardián del jardín



Tupi era un gatito muy especial. Había nacido en una casa llena de amor y cariño, donde sus dueños lo cuidaban con mucho mimo.

Desde el primer día que abrió los ojos, supo que estaba en un lugar seguro y feliz. La familia de Tupi estaba formada por una pareja joven y tres gatitos más: Pichi, Mishi y Pelusa. Cada uno tenía su propia personalidad, pero todos se llevaban muy bien entre sí.

Un día, mientras jugaban en el jardín, Tupi le preguntó a Pichi:- ¿Por qué somos tan afortunados? Muchos gatitos no tienen la suerte de tener una casa como esta. Pichi se encogió de hombros y dijo:- No lo sé.

Supongo que tuvimos mucha suerte al nacer aquí. Mishi se acercó corriendo y exclamó:- ¡Chicos! ¡Vengan rápido! ¡Encontré algo interesante! Los tres gatitos corrieron hacia el rincón del jardín donde Mishi había encontrado algo curioso. Era una pequeña mariposa atrapada en una telaraña.

Pelusa dijo con tristeza:- Oh no... la pobre mariposa está atrapada. ¿Qué podemos hacer? Tupi pensó por un momento y luego dijo:- Esperen aquí un segundo, chicos. Tengo una idea.

Tupi fue corriendo a buscar a los dueños de la casa. Cuando llegaron, les mostró la mariposa atrapada y les pidió ayuda para liberarla. Juntos trabajaron para desenredar las patas de la mariposa de la telaraña. Finalmente, la mariposa voló libre hacia el cielo.

La pareja de dueños de Tupi se sintió muy orgullosa de su gatito. Le dijeron:- Tupi, eres un gato muy especial. No solo te preocupas por tus amigos felinos, sino también por las criaturas más pequeñas del jardín.

Tupi sonrió y dijo:- Solo quería ayudar. Todos podemos hacer una diferencia si nos esforzamos un poco. Desde ese día en adelante, Tupi se convirtió en el protector oficial del jardín.

Siempre estaba atento a cualquier animalito que necesitara ayuda y corría a buscar a sus dueños para pedirles ayuda. Los demás gatitos aprendieron mucho de Tupi y comenzaron a seguir su ejemplo.

Juntos, trabajaron para hacer del mundo un lugar mejor y más amable para todos los seres vivos. Y así, la casa llena de amor y cariño se convirtió en un hogar lleno de esperanza y bondad gracias al corazón valiente de un pequeño gatito llamado Tupi.

FIN.

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