Tután, el amigo de la ciudad
En lo más profundo del desierto de Egipto, vivía una momia muy especial llamada Tután.
A diferencia de las demás momias, Tután no estaba contento con pasar toda la eternidad dentro de su sarcófago en una tumba oscura y polvorienta. Él soñaba con explorar el mundo exterior y descubrir nuevas aventuras. Un día, mientras los rayos del sol caían sobre la arena ardiente del desierto, Tután decidió que era momento de cumplir su sueño.
Con mucho esfuerzo logró salir de su tumba y se adentró en el vasto desierto. Al principio se sintió un poco perdido, pero pronto encontró un grupo de amigables escarabajos que lo guiaron hacia la ciudad más cercana.
Al llegar a la ciudad, Tután causó sensación entre los habitantes. Todos querían conocer a la famosa momia que había salido del desierto.
Pronto se hizo amigo de un niño llamado Ramón, quien quedó fascinado con las historias que Tután tenía para contar sobre el antiguo Egipto. "¡Wow! ¿De verdad has visto faraones y pirámides?", preguntó Ramón emocionado. "Sí, querido amigo.
He sido testigo de grandes hazañas y secretos guardados por siglos en las arenas del tiempo", respondió Tután con voz grave pero cálida. Ramón y Tután pasaban horas charlando y explorando juntos la ciudad.
La momia aprendió muchas cosas nuevas sobre el mundo actual, como los autos, los aviones e incluso la pizza (que resultó ser su nueva comida favorita). Por otro lado, Ramón descubrió el valor de conocer y respetar otras culturas diferentes a la suya. Sin embargo, no todo fue fácil para Tután.
Algunas personas tenían miedo de él por ser una momia y lo rechazaban sin siquiera darle una oportunidad. Pero eso no detuvo al valiente Tután, quien demostraba cada día que su corazón era tan humano como el de cualquier otra persona.
Un día, mientras paseaban por el mercado local, vieron a unos ladrones intentando robar a un anciano comerciante. Sin dudarlo ni un segundo, Tután corrió hacia ellos y les dio un buen susto con sus movimientos rápidos e imponente presencia.
Los ladrones salieron corriendo asustados y nunca volvieron a molestar al pueblo. Ramón estaba impresionado por la valentía de su amigo momia. "¡Eres increíble! ¡Gracias por salvar al comerciante!", exclamó emocionado. Tután sonrió orgulloso. "No hay nada que temer cuando se actúa con bondad y valentía".
Con el paso del tiempo, Tután se convirtió en un héroe para todos en la ciudad gracias a sus acciones nobles y su espíritu amable.
Ya no era solo una momia curiosa en busca de aventuras; ahora era parte importante de la comunidad donde había encontrado amistad y aceptación genuina. Y así fue como Tután descubrió que no importa quién seas o cómo luzcas: lo importante es lo que llevas dentro tu corazón.
""¡Amigos para siempre!", dijo Ramón abrazando a su inseparable compañero Momia bajo las estrellas brillantes del desierto.
FIN.