Un Amigo Inesperado
En un hermoso bosque de Argentina, vivía una Jucumari llamada Lila. Era conocida por su pelaje suave y su habilidad para trepar los árboles con agilidad. Aunque Lila disfrutaba de su vida en el bosque, a menudo se sentía sola. Todos los otros animales tenían amigos y ella deseaba tener uno también.
Un día, mientras paseaba por la orilla de un río, escuchó un ruido. Al acercarse, vio a un Zorro llamado Rocco, intentando sacar su cola que había quedado atrapada en una enredadera.
"¡Ayuda! ¡Estoy atrapado!" - gritó Rocco, dando vueltas en círculos.
Lila, viendo la situación, decidió ayudarlo. Con mucho cuidado, se acercó y, usando sus garras, logró liberar la cola del Zorro.
"¡Gracias, amiga!" - exclamó Rocco, sacudiendo su cola alegremente. "Pensé que estaría aquí para siempre."
"No hay problema," - respondió Lila, sonriendo. "Me alegra haberte ayudado."
Desde ese día, Lila y Rocco comenzaron a pasar tiempo juntos. Jugaban a las escondidas, exploraban nuevas partes del bosque, y Lila incluso le enseñaba a Rocco a trepar árboles. Pero a medida que pasaba el tiempo, Lila comenzó a notar que Rocco a menudo se mostraba un poco distante.
Una mañana, mientras estaban en el claro del bosque, Lila decidió preguntarle.
"Rocco, ¿hay algo que te preocupe? Te noto un poco raro últimamente..."
Rocco miró hacia el suelo y respondió. "Es que, bueno, tengo miedo de que un día no quieras ser mi amigo. Los demás animales piensan que los zorros son astutos y engañosos. A veces me siento como si no te mereciera como amiga."
Lila quedó sorprendida. "Pero Rocco, yo te elegí como amigo por quién sos, no por lo que digan los demás."
Rocco sonrió, pero se notaba que aún estaba preocupado. Así que pensó en un plan.
"Esta tarde, te voy a mostrar algo especial. Ven conmigo a un lugar secreto."
Intrigada, Lila lo siguió a través del bosque hasta llegar a un claro que nunca antes había visto. Allí había hermosas flores de todos los colores y un río que brillaba con la luz del sol.
"¡Es hermoso! ¿Por qué trajiste aquí?" - preguntó Lila con asombro.
"Quería enseñarte este lugar porque es especial para mí. Aquí vine a pensar sobre mis miedos y lo que significa ser amigo. Quiero que sepas que eres realmente importante para mí y quiero ser un buen amigo."
Lila sintió una gran alegría en su corazón. "Rocco, eres más de lo que cualquier otro animal podría ser. Serás un gran amigo, incluso si algunas personas no piensan como nosotros."
Entonces, ambos decidieron hacer de ese lugar su rincón especial. Cada semana, se reunían allí para compartir historias, risas y, sobre todo, para recordar la importancia de la amistad. Siguieron explorando el bosque juntos y ayudándose mutuamente, aprendiendo que ser diferente no significa que no se puede ser amigo.
Con el tiempo, Lila y Rocco se convirtieron en una pareja sólida, demostrando a todos los demás habitantes del bosque que la amistad no conoce límites, y que lo más importante es aceptar a los demás tal como son.
Al final del día, el bosque se llenó de risas y colores, porque la amistad de una Jucumari y un Zorro se convirtió en una historia que todos recordaron.
FIN.