Un Amor Imposible



En un colorido y alegre pueblito de las montañas, vivía Jorge Chura, un simpático y curioso chincón que siempre corría detrás de sus sueños. Cada mañana, Jorge se despertaba con un brillo especial en los ojos, listo para aventurarse por el bosque.

Un día, mientras exploraba, Jorge encontró una cueva misteriosa. Desde el fondo, oyó un suave canto. Intrigado, se adentró y, para su sorpresa, conoció a Mami Waivasi, una niña encantadora que proveía a los animales del bosque con comida y abrigo.

"Hola, soy Mami Waivasi. ¡He estado esperando que alguien viniera!" - exclamó con una sonrisa radiante.

"¡Hola! Soy Jorge, y me encanta tu canto. ¿Qué estás haciendo aquí?" - respondió, asombrado.

Mami Waivasi le explicó que vivía en la cueva justo a la orilla del río, protegiendo a las criaturas de la selva y asegurándose de que tuvieran todo lo que necesitaban.

"Me encantaría ayudar. Siempre soñé con ser un héroe de la naturaleza." - dijo Jorge emocionado.

De esa manera, Jorge y Mami Waivasi comenzaron a pasar mucho tiempo juntos, cuidando a los árboles, recolectando frutas, y enseñando a los demás animales sobre la importancia de proteger su hogar. Sin embargo, cada vez que el sol se ponía, Mami Waivasi volvía a su cueva y, aunque Jorge no quería irse, sabía que debía regresar a su hogar.

Con el tiempo, la amistad entre Jorge y Mami Waivasi se transformó en un hermoso amor. Pero había un problema: Jorge era un chincón y Mami Waivasi era una niña del bosque, lo que hacía que su amor pareciera imposible.

Un día, mientras caminaban por el bosque, Jorge le dijo a Mami Waivasi:

"¿Y si bailamos como los pajaritos?" - propuso.

"Es una buena idea, pero los pajaritos vuelan y nosotros no podemos", respondió ella con tristeza.

Ambos se pusieron a bailar, imitando los movimientos de los pájaros, pero el aire se llenó de melancolía. ¿Cómo podrían estar juntos si el mundo era tan diferente para cada uno?

Decidieron buscar ayuda de Don Tigre, el sabio del bosque.

"Don Tigre, necesitamos tu consejo. Jorge y yo somos amigos, pero nuestra amistad es diferente, y queremos ser más que amigos. ¿Qué podemos hacer?" - preguntó Mami Waivasi.

Don Tigre los miró pensativo y les dijo:

"A veces, lo que parece imposible se convierte en posible cuando se tiene un gran deseo. Ustedes podrían encontrar un lugar en el bosque donde sus mundos se encuentren."

Inspirados por las palabras de Don Tigre, Jorge y Mami Waivasi decidieron trabajar juntos y crear un jardín en el corazón del bosque, donde los animales y los pájaros pudieran coexistir. Se esforzaron día y noche, plantando semillas de esperanza y amor, y día tras día, el jardín floreció.

"¡Mira, Jorge! Nuestra amistad ayudó a llenar el bosque de colores y alegría." - dijo Mami Waivasi.

"Y ahora este lugar es el símbolo de nuestro amor. ¡Nunca es imposible cuando unimos nuestros esfuerzos!" - celebró Jorge.

Finalmente, el jardín se convirtió en el refugio para todos en el bosque, un lugar donde todos podían reunirse, sin importar sus diferencias. De esta manera, el amor de Jorge y Mami Waivasi no solo creció, sino que también inspiró a otros a trabajar juntos, sin importar de dónde venían.

Desde aquel día, siempre se recordaba que el amor verdadero no conoce barreras, y que la colaboración puede hacer posible lo imposible. Cada vez que se asomaba el sol sobre el jardín, Jorge y Mami Waivasi sabían que su historia era una celebración de su amistad y del poder del trabajo en equipo.

Así, en el vibrante canto del bosque, se escuchaba la melodía de la unión, una canción que jamás olvidaron.

FIN.

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