Un Amor Incondicional
En un día soleado en Santiago de Chile, la pequeña Sofía caminaba por el parque cuando escuchó un débil ladrido proveniente de unos arbustos.
Con curiosidad, se acercó y allí encontró a un perrito flaco y sucio, con ojitos tristes que pedían ayuda. Sofía se agachó con cuidado y extendió su mano hacia el perrito.
Este la olfateó con cautela al principio, pero luego movió su cola con alegría al sentir el amor y la bondad de la niña. Sin pensarlo dos veces, Sofía decidió llevarlo a casa. Al llegar a su hogar, sus padres se sorprendieron al ver al nuevo amigo de cuatro patas de Sofía. "-¿Dónde lo encontraste, mi amor?" -preguntó mamá preocupada.
"-Estaba abandonado en el parque, ¡no podía dejarlo solo!" -respondió Sofía con determinación en sus ojos. Sus padres comprendieron la situación y juntos decidieron cuidar del perrito.
Lo bañaron, le dieron comida y agua limpia, y lo llevaron al veterinario para asegurarse de que estuviera sano. El perrito, al que llamaron —"Coco" , pronto se convirtió en parte inseparable de la familia.
Con el tiempo, Coco recuperó su vitalidad y felicidad gracias al amor incondicional de Sofía y su familia. Juntos vivieron muchas aventuras: paseos por el parque, juegos en el jardín e incluso participaron en concursos de mascotas donde demostraron lo especial que era su vínculo.
Un día, mientras paseaban por el mismo parque donde se habían encontrado por primera vez, Sofía vio a una señora mayor sentada en un banco con lágrimas en los ojos. Se acercó junto a Coco para preguntarle qué le pasaba.
La señora explicó que había perdido a su perro hacía unos meses y desde entonces se sentía muy sola. Al ver a Sofía con Coco recordando cómo se conocieron ellos dos solitarios también sintió esperanza.
Sofía sonrió comprensiva y propuso: "-¡Señora! ¿Por qué no viene a casa? Coco seguro querrá conocerla. " La señora emocionada aceptó la invitación y desde ese día visitaba regularmente a Sofía y Coco para compartir momentos llenos de cariño.
Así fue como una niña valiente como Sofía logró cambiar no solo la vida de un perrito abandonado sino también la vida de una dulce señora gracias a su acto desinteresado y amable.
FIN.