Un Amor Infantil



Ana y Lucas eran dos niños que vivían en un pequeño pueblo rodeado de prados verdes y árboles frondosos. Desde que eran pequeños, habían sido los mejores amigos. Juntos jugaban, reían y exploraban cada rincón de su hermoso entorno. Un día, mientras jugaban a atrapar mariposas en el prado, Lucas miró a Ana y sintió algo diferente en su corazón. No entendía qué pasaba, pero cada vez que Ana sonreía, sentía una extraña sensación en el estómago.

Ana, por su parte, también experimentaba algo nuevo. Cuando Lucas le hablaba, su corazón latía con fuerza y se ruborizaba sin motivo aparente. No sabían qué les ocurría, pero una tarde, mientras compartían una merienda bajo la sombra de un árbol, Lucas le dijo a Ana: 'Ana, siento algo muy lindo cuando estoy contigo. No sé explicarlo, pero es como si mi corazón estuviera contento'. Ana, un tanto confundida y emocionada a la vez, respondió: '¡Yo también siento algo así! ¿Será que nos estamos poniendo enfermos?'

Lucas recordó entonces algo que había escuchado a los adultos hablar: 'Creo que estamos experimentando algo que llaman amor, Ana'. Ana frunció el ceño, sin comprender del todo. 'El amor es algo lindo que nos hace sentir emociones nuevas', explicó Lucas. Juntos se prometieron seguir siendo amigos aunque todo se ponga raro.

Con el paso de los días, notaron cambios en sus cuerpos. Lucas, de repente, parecía más distraído y olvidadizo, mientras que Ana se sentía más sensible y a veces lloraba sin motivo aparente. Consultaron con sus padres, quienes les explicaron que estaban atravesando por cambios biológicos y psicológicos normales en la etapa de la preadolescencia. Poco a poco, ambos fueron comprendiendo que aquellas sensaciones extrañas que experimentaban eran parte natural del crecimiento y el descubrimiento de nuevos sentimientos.

A pesar de los cambios, su amistad se fortaleció, y el cariño que sentían el uno por el otro se convirtió en un lazo especial. Juntos aprendieron a apoyarse mutuamente, a comprenderse en los momentos difíciles y a celebrar los logros y alegrías compartidas.

Con el tiempo, esos cambios se fueron asentando, y Ana y Lucas siguieron creciendo juntos, viviendo aventuras y disfrutando de su hermosa amistad. En su mundo, el amor infantil se convirtió en un bello recuerdo, pero su amistad perduró para siempre, demostrando que, incluso en medio de los cambios, el cariño y la complicidad verdadera pueden prevalecer para siempre.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!