Un amor mágico



Había una vez una joven llamada Rita, quien anhelaba con todo su corazón encontrar al amor de su vida. Un día, llegó a su vida su bebé Teo, con la sonrisa más maravillosa que se pueda imaginar. Desde ese momento, Rita y Teo se volvieron inseparables. Cada momento juntos era mágico. Teo, un bebé de cuatro meses, amaba mucho a su mamá y juntos esperaban vivir muchas aventuras.

Rita y Teo pasaban sus días jugando, riendo y explorando el mundo que los rodeaba. Rita siempre le hablaba a Teo sobre la importancia del amor, la bondad y la valentía. Teo, a pesar de ser tan pequeño, parecía entender cada palabra de su mamá y respondía con sonrisas y risitas contagiosas.

Un día, mientras paseaban por un parque, Rita y Teo conocieron a una familia de patos. Teo, emocionado, extendió sus bracitos hacia los patitos y rió a carcajadas, haciendo que los patos también hicieran ruiditos divertidos. Rita observaba maravillada, sintiendo que aquel momento era perfecto. De repente, un patito se separó del grupo y comenzó a alejarse. Teo, con determinación, gateó hacia el patito, decidido a ayudarlo.

- ¡Teo, cuidado! -exclamó Rita, corriendo detrás de él.

Teo siguió gateando sin temor, y finalmente alcanzó al patito. Rita, al llegar junto a él, vio cómo Teo acariciaba suavemente al patito, como si le dijera que todo estaría bien. La mamá pata, agradecida, se acercó y comenzó a hacer sonidos suaves. Teo sonreía, radiante de felicidad.

Rita abrazó a Teo con orgullo y amor. Ese día, comprendió que el amor verdadero no solo se encuentra en personas, sino también en la naturaleza, en los animales y, sobre todo, en su bebé Teo. Juntos, habían vivido una hermosa aventura llena de amor y valentía, demostrando que el amor de su vida ya estaba con ellos, en cada momento mágico que compartían.

FIN.

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