Un amor sin fronteras
Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Esperanza, un chico llamado Evelin. Evelin era un niño muy alegre y curioso, siempre buscaba nuevas aventuras y estaba lleno de energía.
Un día, mientras paseaba por el parque del pueblo, vio a una chica que le llamó la atención. Era Alessia, una niña dulce y amable que también vivía en Villa Esperanza.
Tenía el cabello largo y oscuro como la noche, y unos ojos brillantes como estrellas en el cielo. Evelin se acercó tímidamente hacia ella y le dijo:- ¡Hola! Mi nombre es Evelin ¿Cómo te llamas? Alessia sonrió y respondió:- Hola Evelin, me llamo Alessia. Es un gusto conocerte.
Desde ese momento, Evelin no podía dejar de pensar en Alessia. Cada día encontraba alguna excusa para pasar tiempo con ella: jugaban juntos en el parque, compartían helados e incluso descubrieron su amor por los libros.
Un día soleado de verano, mientras caminaban cerca de un río cristalino, Evelin decidió confesarle sus sentimientos a Alessia. - Alessia... sé que hemos sido amigos desde hace mucho tiempo pero... me gustaría ser algo más que eso.
Me gustaría ser tu novio -dijo Evelin nerviosamente. Alessia se quedó pensativa por un momento y luego sonrió ampliamente. - ¡Por supuesto! Me encantaría ser tu novia -contestó emocionada. Desde ese día, Evelin y Alessia eran inseparables.
Pasaban horas juntos explorando nuevos lugares del pueblo y disfrutando de la compañía del otro. Sin embargo, como en toda historia, había un giro inesperado. Un día, Evelin recibió una carta de su tío que vivía en el extranjero.
Le ofrecía la oportunidad de ir a estudiar a una prestigiosa escuela de música y danza en la ciudad grande. Evelin estaba emocionado por esta oportunidad, pero también triste porque significaba tener que dejar atrás a Alessia. - Alessia...
tengo algo importante que decirte -dijo Evelin con lágrimas en los ojos-. Me han ofrecido ir a estudiar música y danza a la ciudad grande. Es una gran oportunidad para mí, pero significa que tendré que mudarme lejos.
Alessia se sorprendió al escuchar esto y sintió un nudo en su estómago. - Oh Evelin... sé lo importante que es esta oportunidad para ti. No quiero detenerte ni impedirte cumplir tus sueños -dijo Alessia con tristeza-. Pero te extrañaré mucho.
Ambos sabían que debían tomar decisiones difíciles en ese momento. Después de hablarlo mucho tiempo, decidieron mantener su relación a distancia y prometerse ser fuertes mientras Evelin seguía sus sueños.
Los meses pasaron volando y aunque extrañaban estar juntos todos los días, encontraron formas creativas para sentirse cerca: enviaban cartas llenas de amor, compartían fotos y llamadas telefónicas llenas de risas y anécdotas divertidas. Finalmente llegó el día en el que Evelin regresó a Villa Esperanza durante las vacaciones escolares.
El reencuentro fue mágico; corrieron hacia los brazos del otro y se prometieron nunca separarse nuevamente. Con el tiempo, Evelin logró convertirse en un talentoso músico y bailarín.
Alessia lo acompañó en cada paso de su camino, siempre apoyándolo y animándolo a seguir adelante. Juntos, enfrentaron los desafíos y celebraron los éxitos que la vida les presentaba. Y así fue como Evelin y Alessia demostraron que el amor verdadero puede superar cualquier obstáculo.
Aprendieron que aunque a veces las circunstancias nos lleven por caminos diferentes, si hay amor y compromiso, siempre encontraremos una forma de estar juntos.
FIN.