Un cambio de personalidad
Luna era una niña muy alegre y extrovertida, siempre dispuesta a jugar y hacer amigos. Sin embargo, un día todo cambió.
Un accidente la dejó con una pierna lastimada, lo que la obligó a usar muletas y la llevó a sentirse triste y frustrada. Su personalidad alegre y sociable se transformó en timidez y enojo. Luna se distanció de sus amigos y familiares, y comenzó a aislarse en su habitación.
Un día, su abuela le regaló un diario y le sugirió que escribiera sobre sus sentimientos. Al principio, Luna se negó, pero finalmente decidió intentarlo. A medida que escribía, descubrió que sacar sus emociones al papel la ayudaba a sentirse más aliviada.
Poco a poco, comenzó a darse cuenta de que su sufrimiento no tenía por qué definirla. Con la ayuda de su diario, Luna decidió enfrentar y superar el desafío de su lesión.
Empezó a trabajar en su recuperación con determinación y valentía, y con el apoyo de sus seres queridos. Con el tiempo, su actitud cambió y recuperó su alegría y entusiasmo. Luna aprendió a ver el lado positivo de las cosas y a valorar la importancia del apoyo de los demás.
Descubrió que, a pesar del dolor y las dificultades, siempre hay una luz al final del túnel. Desde entonces, Luna se convirtió en un ejemplo de superación para todos a su alrededor, inspirando a otros a enfrentar sus propios desafíos con valentía y optimismo.
FIN.