Un cambio valiente


Había una vez una tortuguita llamada Manuelita que vivía en un hermoso jardín. Un día, mientras paseaba por el bosque cercano, se encontró con un lobo misterioso.

El lobo era de color gris oscuro y tenía unos ojos brillantes y penetrantes. Sin embargo, a diferencia de los lobos malvados que aparecen en los cuentos, este parecía amigable y curioso. "¡Hola, Manuelita! ¿Qué haces por aquí?" -preguntó el lobo misterioso con voz suave y amable.

Manuelita se sorprendió al escuchar que el lobo conocía su nombre. Con cautela, respondió:"Hola... ¿Cómo sabes mi nombre?"El lobo sonrió y dijo:"Soy un lobo especial. Puedo conocer a todos los animales del bosque y sus historias".

Intrigada por la habilidad del lobo, Manuelita decidió entablar una conversación con él. "¿Y tú? ¿Cuál es tu historia?" -preguntó Manuelita. El lobo miró hacia el horizonte antes de responder:"Mi historia es triste.

Hace mucho tiempo fui malvado y asustaba a todos los animales del bosque. Pero después me di cuenta de lo equivocado que estaba y decidí cambiar". Manuelita no podía creer lo que estaba escuchando.

Nunca había conocido a alguien tan valiente como aquel lobo que había dejado atrás su antiguo comportamiento para ser mejor persona. "Eso es increíble", dijo Manuelita admirada-. "Me gustaría aprender más sobre cómo ser valiente como tú". El lobo sonrió y la invitó a caminar juntos por el bosque.

Durante su paseo, le contó a Manuelita sobre la importancia de ser amable y respetuoso con los demás, incluso cuando se siente miedo o enojo.

"Todos cometemos errores, pero lo importante es aprender de ellos y hacer todo lo posible para corregirlos", explicó el lobo. Manuelita asintió con la cabeza, entendiendo que todos tenemos la capacidad de cambiar y mejorar. A medida que avanzaban por el bosque, encontraron a otros animales que habían sido testigos del cambio del lobo.

"El lobo ha demostrado ser un amigo leal y protector", dijo el búho sabio-. "Incluso salvó a algunos animales en peligro". La liebre rápida agregó:"Sí, ahora confiamos en él porque nos ha mostrado su verdadero corazón".

Manuelita se sintió inspirada al ver cómo el lobo había logrado ganarse la confianza de todos los animales del bosque. Decidió seguir su ejemplo e intentar ser una tortuguita valiente y amable.

A partir de ese día, Manuelita se convirtió en una gran defensora del respeto hacia los demás. Ayudaba a sus amigos siempre que podía y promovía la paz entre todos los habitantes del bosque.

Y así, gracias al encuentro con aquel lobo misterioso, Manuelita descubrió que no importa cuán pequeños o insignificantes nos sintamos, siempre podemos hacer grandes cambios si estamos dispuestos a aprender de nuestros errores y ser valientes para cambiar nuestro comportamiento. Desde entonces, Manuelita vivió una vida feliz rodeada de amigos que admiraban su valentía y amabilidad.

Y el lobo misterioso siguió siendo su amigo y mentor, recordándole cada día la importancia de ser fiel a uno mismo y a los demás.

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