Un Crecimiento Inesperado
Había una vez en un hermoso jardín, una pequeña margarita llamada Margarita. Ella era la más hermosa del jardín, con sus delicados pétalos blancos y amarillos que brillaban bajo el sol.
Margarita siempre estaba rodeada de sus amigas flores, que la miraban con envidia y admiración al mismo tiempo. Pero un día, Margarita notó que algo extraño estaba sucediendo. Sus raíces se sentían más fuertes y sus pétalos parecían más brillantes que nunca. Margarita estaba asombrada y un poco asustada.
-¿Qué está pasando? , se preguntaba. -Margarita, estás creciendo! , exclamaron las otras flores. -¡No puede ser! ¡Yo siempre he sido la más pequeña y delicada! , respondió Margarita sorprendida.
A medida que pasaban los días, Margarita seguía creciendo y todos en el jardín notaban su transformación. Los animales del bosque se maravillaban con su belleza y fuerza. Un día, llegó una tormenta que sacudió el jardín.
Las otras flores se tambalearon, pero Margarita se mantuvo erguida, protegiendo a sus amigas del viento y la lluvia. Fue entonces cuando Margarita entendió que su crecimiento no solo era físico, sino también interior. Su fortaleza había crecido junto con ella, y se había convertido en un pilar para su comunidad.
Las otras flores habían aprendido a valorarla por su fuerza y no solo por su apariencia. Margarita se dio cuenta de que el verdadero valor está en la fortaleza interior y en la capacidad de proteger y cuidar a los demás.
A partir de ese día, el jardín entero la miraba con respeto y cariño, y Margarita se sentía más realizada que nunca.
FIN.