Un cuento de amistad y valentía


Érase una vez en un hermoso jardín, vivía A Illary, una perrita muy juguetona y traviesa que siempre estaba correteando de un lado a otro.

Su juguete favorito era su pelota roja brillante, la cual no soltaba ni por un segundo. Un día soleado, mientras A Illary jugaba feliz con su pelota roja en el jardín, vio a lo lejos a su amiga Luna, una gatita blanca muy curiosa.

Luna se acercó lentamente y le preguntó a Illary: "¿Puedo jugar contigo y tu pelota roja?" "¡Claro que sí! ¡Será muy divertido!", respondió Illary emocionada. Ambas comenzaron a jugar juntas, lanzándose la pelota roja una y otra vez.

Pero de repente, la pelota rodó hacia el arbusto del malvado gato Garra Negra. Garra Negra era conocido por ser gruñón y no querer compartir sus cosas con nadie.

Illary se acercó al arbusto valientemente y le dijo a Garra Negra: "Por favor, ¿nos devolverías nuestra pelota roja? Es nuestro juguete favorito". Garra Negra gruñó y les dijo: "¡No pienso devolverles nada! Esta pelota ahora es mía". Las dos amigas no se rindieron y decidieron idear un plan para recuperar su preciada pelota roja.

Luna propuso distraer a Garra Negra mientras Illary intentaba arrebatarle la pelota sigilosamente. Con mucha astucia e ingenio, Illary logró recuperar la pelota roja sin que Garra Negra se diera cuenta.

Ambas amigas corrieron emocionadas de vuelta al jardín, celebrando su victoria. Desde ese día, A Illary aprendió que con valentía, astucia y trabajo en equipo se pueden superar los desafíos más grandes. Y lo más importante de todo es compartir y ayudarse mutuamente para lograrlo.

Y así, entre risas y juegos en el hermoso jardín, la amistad entre A Illary y Luna creció aún más fuerte gracias a la aventura de la pelota roja. Y colorín colorado este cuento ha terminado.

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