Un cuento de fútbol y superación
Esteban era un niño argentino apasionado por el fútbol. Desde que tenía uso de razón, su mayor sueño era convertirse en un gran futbolista, tan famoso y talentoso como su ídolo, Lionel Messi.
Todos los días, después de la escuela, Esteban corría hacia el parque con su balón de fútbol, donde practicaba sus habilidades y soñaba con un futuro brillante.
- Mamá, algún día seré un campeón como Messi, ¿verdad? - le decía a su madre con los ojos brillantes de emoción. - Claro que sí, Esteban. Si te esfuerzas y trabajas duro, puedes lograr todo lo que te propongas - le respondía su mamá con una sonrisa llena de esperanza.
Esteban tomaba cada palabra de su mamá como un nuevo impulso para seguir adelante.
Un día, mientras Esteban practicaba en el parque, un grupo de chicos mayores se acercó a burlarse de él.
- Mira a este niñito, ¿crees que puede ser como Messi? ¡Ni siquiera sabe controlar el balón! - se reían los chicos. Esteban se sintió avergonzado y triste, pero en lugar de rendirse, decidió tomar aquellas palabras como un desafío.
Comenzó a practicar más fuerte que nunca, determinado a demostrarles a esos chicos que él sí podía llegar lejos. Con el tiempo, su habilidad con el balón mejoró sorprendentemente, y su amor por el fútbol se hizo aún más grande.
Un día, se enteró de que habría una selección de jóvenes talentos en su ciudad, donde podrían ser vistos por cazatalentos de equipos profesionales. Esteban no dudó ni un segundo en inscribirse. El día de las pruebas fue emocionante y aterrador a la vez.
Esteban sabía que era su gran oportunidad para demostrar todo lo que había aprendido y sueña. Tras un día lleno de pruebas y nervios, finalmente llegó el momento de la verdad.
Los resultados se anunciaron, y para sorpresa de todos, ¡Esteban había sido seleccionado para formar parte de un equipo juvenil! Su alegría era indescriptible. Con el apoyo incondicional de su familia, Esteban se dedicó por completo a entrenar y mejorar su juego. Compitió en torneos locales, donde demostró todo su potencial y atrajo la atención de varios clubes importantes.
Finalmente, llegó la oferta que cambiaría su vida: ¡ser contratado por el equipo de sus sueños! Esteban no podía creerlo, su esfuerzo y dedicación habían dado frutos.
Se convirtió en un ejemplo de perseverancia y superación para todos los niños de su barrio. Y así, Esteban comenzó su camino hacia el éxito, con la determinación de llegar tan lejos como su ídolo, Lionel Messi, y convertirse en un verdadero campeón.
FIN.