Un Cuento de Redes Sociales



En una gran selva, había un león llamado Leónidas, que era conocido por ser fuerte y valiente. A menudo se pasaba el día buscando aventuras y protegiendo su territorio. Un día, mientras descansaba bajo un árbol, se encontró con una serpiente llamada Serpentina, que era muy astuta y siempre estaba al tanto de los rumores que circulaban en la selva.

"¡Hola, Leónidas!", saludó Serpentina con una voz sibilante.

"Hola, Serpentina. ¿Qué novedades hay en la selva hoy?", respondió Leónidas, intrigado.

"He escuchado que en el arroyo están mostrando un nuevo aparato que dicen que puede conectar a todos los animales de la selva. ¡Se llama Red Selva!", comentó la serpiente.

Leónidas frunció el ceño, pensando en esta nueva invención.

"¿Conectar? ¿Para qué? No necesitamos eso. La selva es un lugar para vivir aventuras, no para estar pegados a un dispositivo", dijo el león, pero su curiosidad había sido despertada.

Finalmente, decidió ir a ver de qué se trataba. Cuando llegó al arroyo, vio una multitud de animales alrededor de un gran aparato brillante. Había pájaros alados, ciervos asombrados y hasta tortugas lentas mirando con expectación.

"¡Bienvenidos a la Red Selva!", gritó un loro colorido. "Conecten sus patas y empezaremos a interactuar para compartir historias y noticias!"

Los animales comenzaron a hacer fila para probar el aparato. Leónidas se acercó y, aunque dudaba, se conectó también. Enseguida empezó a recibir todo tipo de mensajes sobre qué estaba haciendo cada animal en el momento: "La cebra está comiendo pasto", "La jirafa está tomando agua", "El búho está durmiendo". Todo parecía divertido al principio.

Sin embargo, pronto se dio cuenta de que la Red Selva también traía problemillas. Una mañana, Serpentina no apareció como de costumbre. Leónidas, preocupado, revisó su dispositivo.

"¿Dónde estará Serpentina?", se preguntó en voz alta. Entonces vio un mensaje de otros animales: "¡Serpentina dijo que Leónidas no es un buen amigo porque no lo invitó a la caza!".

Leónidas se sintió mal. Decidió que debía hablar con Serpentina, así que la buscó por toda la selva.

"Serpentina, ¿por qué dijiste eso?", le preguntó Leónidas cuando la encontró en su agujero.

"No lo dije en serio, Leónidas. Lo escribí en la Red Selva porque quería jugar un poco, ¡pero se volvió demasiado en serio!"

Leónidas suspiró, sintiéndose confuso.

"Es que a veces, lo que decimos en las redes se malinterpreta. No queremos lastimarnos, pero a veces lo hacemos sin darnos cuenta", reflexionó Leónidas.

Serpentina asintió con la cabeza, y juntos decidieron que era hora de hacer un cambio. En vez de gastar su tiempo en la Red Selva, decidieron invitar a todos los animales a un picnic en la gran llanura.

"Va a ser un evento real donde todos puedan compartir historias, no solo a través de aparatos, sino mirándonos a los ojos y riendo juntos!", dijo Leónidas.

"¡Sí! ¡Vamos a hacer la mejor fiesta de la selva!", exclamó Serpentina entusiasmada.

Entonces, comenzaron a correr la voz. Todos los animales estaban emocionadísimos por el picnic. El día del evento, la selva se llenó de risas y música, y todos disfrutaron de la compañía de los demás.

"Nunca pensé que conectarme de esta manera fuera tan divertido", afirmó Leónidas mientras disfrutaban de un gran banquete.

"Sí, la verdadera conexión está cara a cara, no detrás de una pantalla", reflexionó Serpentina mientras todos bailaban y jugaban.

Desde ese día, Leónidas y Serpentina aprendieron a usar la Red Selva de manera más consciente. Comprendieron que, si bien la tecnología puede ser útil, nada se compara con las amistades reales y las experiencias compartidas.

Y así, viviendo felices en la selva, recordaron siempre la importancia de comunicarse mejor y siempre elegir la aventura de la convivencia por sobre los malentendidos de las palabras.

FIN.

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