Un cuento sobre el ahorro para niños


Había una vez en un tranquilo pueblo de Argentina, dos hermanos llamados Juanita y Pancho que vivían muy lejos del colegio. Todos los días, tenían que caminar largas distancias para llegar a la escuela, ya que no tenían medios de transporte. Pero un día, mientras miraban con ilusión un hermoso caballo que pasaba galopando, tuvieron una gran idea. Decidieron ahorrar su dinero para comprar una yegua que les ayudara a llegar al colegio de manera más rápida y cómoda.

Desde ese momento, comenzaron a ahorrar cada peso que les daban en la escuela y por hacer pequeñas tareas en su casa. Guardaban meticulosamente su dinero en una alcancía, la cual decoraban con dibujos de yeguas y paisajes de la campiña. A pesar de que a veces les costaba resistir la tentación de gastar su dinero en golosinas o juguetes, recordaban su objetivo y seguían ahorrando con determinación.

Un día, mientras paseaban por el mercado del pueblo, vieron a un anciano que vendía una yegua hermosa y dócil. Con ojos llenos de asombro, los hermanos se acercaron al vendedor y le preguntaron el precio de la yegua. El anciano les dio un número que les pareció inalcanzable, pero ellos no se desanimaron. Decidieron trabajar aún más duro y ahorrar cada vez más, soñando con tener su propia yegua para ir al colegio.

El tiempo pasó y, finalmente, Juanita y Pancho lograron juntar el dinero suficiente para comprar la yegua. Con gran emoción, fueron al mercado y compraron a la hermosa yegua que habían visto meses atrás. Desde ese día, sus viajes al colegio se convirtieron en una experiencia fascinante y llena de alegría. La yegua, a la que llamaron Estrella, les llevaba con rapidez y seguridad, haciéndoles sentir orgullosos de su esfuerzo y perseverancia.

Los hermanos aprendieron que el ahorro y el trabajo duro pueden hacer realidad los sueños, y que cuando se tiene una meta clara, cualquier obstáculo puede ser superado. Con su valiosa lección aprendida, Juanita y Pancho siguieron trabajando y ahorrando para alcanzar nuevos sueños, sabiendo que con esfuerzo y perseverancia, todo es posible.

Dirección del Cuentito copiada!