un día de amistad
Era un hermoso día de primavera. El sol brillaba entre las hojas y el canto de los pájaros llenaba el aire. Mientras caminaba por un sendero en el bosque, observando los árboles y las flores, de repente me encontré con una pequeña ardilla. Ella saltaba de una rama a otra con mucha agilidad.
"-¡Hola!" le dije un poco sorprendido. "¿Cómo te llamas?"
La ardilla se detuvo y me miró con sus grandes ojos marrones. "-Hola, soy Lila, la ardilla más veloz del bosque. ¿Y tú, quién sos?"
"-Soy Juan, un chico que ama la naturaleza y viene a explorar. Encantado de conocerte, Lila".
Lila se emocionó. "-¡Ah, entonces tienes que ayudarme! Estoy organizando una carrera entre los animales del bosque y necesito un amigo que me ayude a encontrar participantes. ¿Te gustaría?"
"-¡Claro! Suena divertido. ¿Qué animales quieres invitar?"
"-Quiero invitar al conejo, al pato y al búho."
"-Está bien, vamos a buscarlos entonces."
Juntos comenzamos nuestra búsqueda. Primero, encontramos a Pablo, el conejo. Estaba comiendo hojas de un arbusto. "-Hola, Pablo, ¿te gustaría participar en una carrera? Lila, aquí presente, está organizando algo especial", le dije.
"-¡Sí! Me encanta correr, pero solo si me prometen que habrá zanahorias para la última cena" dijo Pablo moviendo sus orejas con entusiasmo.
"-¡Prometido!", exclamó Lila.
Continuamos nuestro camino y, después de un tiempo, encontramos a Pato, chapoteando en el lago. "-¡Hola, Pato! ¿Quieres ser parte de una carrera también?"
"-¿Correr? No sé, ¡me gusta más nadar! Pero si hay diversión, ¡me apunto!", respondió Pato con una sonrisa.
"-Genial, el agua estará en la carrera. ¡Tendremos tres categorías!", dijo Lila salteando de alegría.
Luego, decidimos buscar al búho. Tras un rato, lo encontramos en la cima de un árbol.
"-¿Búho, puedes bajar un momento? Necesitamos tu sabiduría", grité.
"-¿Qué ocurre, amigos?" preguntó Búho mientras bajaba lentamente.
"-Estamos organizando una carrera. Tu conocimiento sería muy valioso para asegurarnos de que todos sigan las reglas", le expliqué.
"-Claro, me encantaría participar. Podemos incluir una categoría para los que prefieren volar", dijo Búho, ajustándose las gafas.
Con todos los participantes listos, decidimos hacer la carrera al día siguiente. Lila se encargó de preparar el lugar, y yo ayudé a hacer carteles. Al caer la noche, nos reunimos alrededor de una fogata para hacer planificación y compartir historias. Todos hablaban de sus habilidades y de lo que les gustaría ganar.
Al día siguiente, el espíritu de la competencia llenaba el aire. Todos los animales estaban nerviosos pero emocionados. La carrera comenzó a las 10 de la mañana. Los que corrían, como Pablo y Lila, estuvieron listos en la línea de partida mientras que Pato se preparaba para nadar en el lago. Búho, por su parte, voló alto, observando todo desde arriba.
"-¡A la cuenta de tres! Uno... Dos... Tres... ¡Salten!", grité.
La carrera fue increíble. Lila y Pablo corrían rápidamente, mientras que Pato saltaba de lado a lado en el agua, disfrutando del trayecto. Búho volaba alto pero era paciente, aprovechando su sabiduría para no apresurarse.
Cuando la competencia llegó a su fin, todos cruzaron la línea de meta juntos. "-¡Es cierto! ¡No importa quién ganó!", dijo Lila con una gran sonrisa.
"-¡Sí! Lo importante es que todos participamos y nos divertimos juntos", añadió Pablo.
Desde ese día, la amistad creció entre todos los animales del bosque. Aprendieron sobre la importancia de trabajar en equipo, la diversión de compartir y que, aunque no todos ganen, siempre se gana en experiencias.
Así fue como Juan y Lila unieron a los animales y se convirtieron en buenos amigos. Y cada primavera, todos juntos recordarían aquella maravillosa carrera que los llevó a comprender el verdadero significado de la diversión y la amistad.
FIN.