Un Día de Ingreso Digital

Era una mañana soleada en la escuela Tecnópolis donde enseñaba Pedro, un apasionado profesor de informática. Sin embargo, ese día Pedro se despertó tarde y el caos comenzó. Se olvidó de su mochila en la mesa del desayuno, se quedó atrapado en el tráfico y, para colmo, el colectivo que lo llevaba a la escuela decidió hacer una larga parada.

Cuando llegó, la campana ya había sonado.

"¡Oh no! ¡Voy a llegar tarde!", pensó Pedro mientras corría hacia el aula.

Al llegar, un grupo de curiosos alumnos lo esperaba con miradas de expectativa. Pedro respiró hondo y...

"¡Hola chicos! Lamentablemente, hoy creo que no podré empezar la clase sobre programación porque me olvidé mis materiales y..."

Un murmullo de preocupación recorrió el aula. Sin embargo, su compañero, el profesor Lucas, que enseñaba matemáticas al lado, vio la situación y decidió intervenir. Era un tipo simpático, siempre dispuesto a ayudar.

"Pedro, ¿podrías usar mi ordenador? Está conectado a la proyectora. Tengo la presentación lista. ¡Vamos!"

"¡Gracias, Lucas! Eres un genio!