Un día de juegos en la escuela



Había una vez en la escuela Esperanza, un día radiante de sol que hizo que todos los niños estuvieran ansiosos por salir al patio a disfrutar de los juegos.

El timbre sonó y los alumnos corrieron emocionados hacia el recreo, donde la maestra Juana los esperaba con una sorpresa. - '¡Buenos días, niños! Hoy vamos a tener un día de juegos al aire libre. Tenemos carreras de sacos, competencias de embolsados, voleibol y muchos más.

¡Espero que se diviertan!' Los niños aplaudieron con emoción, listos para disfrutar del día soleado. Juanito, un niño tímido, estaba nervioso porque nunca había participado en los juegos. En cambio, Martina estaba ansiosa por demostrar su habilidad en el voleibol.

La competencia comenzó y todos se divirtieron y se esforzaron al máximo en cada juego. Para sorpresa de todos, Juanito resultó ser un excelente corredor y ganó la carrera de sacos. Martina, por su parte, demostró ser una excelente jugadora de voleibol.

Al final del día, la maestra Juana reunió a los niños y les dijo: - 'Hoy aprendimos una gran lección: nunca subestimen sus propias habilidades, y recuerden que siempre es importante divertirse y hacer su mejor esfuerzo, sin importar el resultado.

Todos tienen talentos diferentes, y lo importante es apoyarse y disfrutar juntos.' Los niños asintieron con una sonrisa, sabiendo que habían pasado un día maravilloso en la escuela.

El sol se puso, pero la alegría y las lecciones aprendidas en ese día de juegos perdurarían mucho tiempo en sus corazones.

FIN.

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