Un Día de Mercado Saludable



Era una hermosa mañana en la ciudad, y el sol brillaba radiante. Mateo, un niño de ocho años lleno de energía, despertó con el olor a torta de manzana que su mamá había preparado. "¡Mamá, huele delicioso!"- exclamó mientras se sentaba a la mesa.

"Gracias, Mateo. Pero hoy tenemos un día especial. Vamos al mercado a comprar ingredientes para una cena saludable"- respondió su mamá, sonriente.

A Mateo le encantaba ir al mercado. Era un lugar lleno de colores, sonidos y sabores. Después de desayunar, se prepararon y salieron. En el camino, su mamá le explicó:

"Vamos a hacer una ensalada de frutas y un plato de vegetales al horno. Es importante comer saludablemente, ¿no es así?"-

Mateo asintió con entusiasmo.

Cuando llegaron al mercado, el lugar estaba lleno de puestos. "Mamá, ¿por dónde empezamos?"- preguntó Mateo, mirando todos los productos frescos.

"Primero, necesitamos algunas frutas. Vamos a buscar manzanas, peras y bananas. ¿Te parece?"- dijo su mamá, mientras lo guiaba hacia el puesto de frutas.

Al llegar al puesto, una amable señora los saludó. "¡Hola! ¿Qué te gustaría llevar hoy?"-

Mateo miró las frutas y decidió: "Quiero cinco manzanas, tres peras y cuatro bananas, por favor"-

La señora empezó a contar: "Perfecto, aquí tienes. Serían cinco manzanas, tres peras y cuatro bananas"-

Mateo se puso a sumar en su cabeza. "Si tengo 5 + 3 son 8, y 8 + 4 son 12. Eso significa que llevamos 12 frutas en total"- dijo orgulloso.

"Muy bien, Mateo. ¡Eso es suma!"- le sonrió su mamá.

Al continuar, se encontraron con el puesto de verduras. "Ahora necesitamos brócoli, zanahorias y tomates. ¿Cuántos debemos comprar?"- preguntó su mamá.

Mateo pensó un momento y dijo: "Podemos llevar dos brócolis, cinco zanahorias y tres tomates"-

La verdulera, sorprendida, les preguntó: "¿Por qué esas cantidades?"-

Mateo explicó: "Porque en total queremos hacer una gran ensalada. Si compramos 2 + 5 + 3, eso nos da 10 verduras"-

La señora asintió. "¡Perfecto, aquí tienen!"-

Así continuaron su recorrido, sumando y restando mientras elegían cada ingrediente. Después de comprar todo lo necesario, su mamá le mostró una hoja con los precios. "Mateo, ¿podés ayudarme a sumar el costo de las frutas?"-

Mateo vio que las manzanas costaban 20, las peras 15 y las bananas 10. "Entonces, 20 + 15 + 10 son..."- comenzó a contar.

"¿Qué tal si rathericiendo el resultado?"- sugirió su mamá.

Mateo frunció el ceño. "A ver… 20 + 15 son 35, y 35 + 10 son 45. Así que las frutas nos costaron 45 pesos en total"-.

"Muy bien, Mateo. ¡Esto se está poniendo divertido!"- exclamó su madre, visiblemente orgullosa de su habilidad matemática.

Al final del día, cuando llegaron a casa, Mateo se sentía agradecido. Tenían todo lo necesario para preparar una cena deliciosa y saludable. Pero algo los sorprendió cuando abrieron la despensa.

"¡Oh no!"- exclamó mamá. "Olvidé comprar la lechuga"-

Mateo pensó rápido. "No te preocupes, mamá. Si tenemos 12 frutas y 10 verduras, aun así, podemos hacer una ensalada sin lechuga, ¿verdad?"-

"Tienes razón, pero voy a anotar más cosas para la próxima, y así tenemos todas las verduras que necesitamos"-.

Esa noche, disfrutaron de una cena deliciosa en familia. La ensalada de frutas y el plato de vegetales fueron un gran éxito. Mateo se sintió feliz de haber ayudado a su mamá y de haber aprendido a sumar y restar mientras hacían las compras.

"Mamá, este fue un gran día. ¡El mercado es divertido!"- dijo Mateo mientras terminaban de cenar.

"Así es, hijo. No solo compramos comida, sino que también aprendimos juntos. ¡No puedo esperar para nuestra próxima aventura al mercado!"-.

Y así, con el estómago lleno y el corazón contento, Mateo se fue a dormir soñando con todas las frutas y verduras que comprarían juntos en su próxima visita al mercado.

FIN.

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