Un día en el parque
Había una vez una niña llamada Sofía que estaba muy emocionada porque sus padres le habían prometido llevarla al parque. Desde hacía semanas, ella esperaba ansiosamente ese día.
Por la mañana, sus padres le dijeron que irían al parque por la tarde, y Sofía saltó de alegría. - ¡Vamos a pasar un día fantástico! - exclamó Sofía emocionada. Sin embargo, a medida que pasaba el tiempo, sus padres se olvidaron por completo de llevarla al parque.
Sofía se sintió muy triste y decepcionada. No entendía por qué sus padres le habían prometido algo tan especial y luego no lo cumplían. Decidió hablar con ellos y contarles cómo se sentía.
- Mamá, papá, estaban muy emocionada por ir al parque y me siento triste porque me prometieron llevarme y luego se olvidaron. - les dijo con voz temblorosa. Sus padres se disculparon y le explicaron que tuvieron un día muy ocupado, pero que debieron haber recordado su promesa.
Para compensar, decidieron ir al parque esa misma tarde. Sofía entendió que todos podemos olvidar las cosas a veces, pero lo importante es recordar lo que prometemos. Esa tarde, disfrutaron juntos en el parque, jugando, riendo y creando recuerdos maravillosos.
Desde ese día, Sofía aprendió que la comunicación es clave, y que es importante recordar las promesas que hacemos. Y así, cada vez que recordaba aquel día en el parque, una sonrisa se dibujaba en su rostro.
FIN.