Un día en el parque con papá


Había una vez un niño llamado Tomás, que estaba ansioso por salir a jugar al parque con su papá. Un soleado sábado por la mañana, papá y Tomás se prepararon con entusiasmo para su aventura. Al llegar al parque, vieron a un grupo de niños divirtiéndose y decidieron unirse a ellos. Papá y Tomás participaron en juegos como la rayuela, el escondite y el fútbol.

- ¡Papá, estoy emocionado! ¡Me encanta pasar tiempo contigo! - exclamó Tomás mientras corría tras el balón.

- Yo también disfruto mucho estar contigo, Tomás. Es importante pasar tiempo juntos y divertirnos - respondió papá con una sonrisa.

Después de un rato, papá y Tomás se sentaron a descansar. Fue entonces cuando vieron a un niño solitario que observaba con tristeza a los demás. Tomás se acercó al niño y lo invitó a jugar con ellos. El niño tímido aceptó la invitación y pronto se unió a la diversión. Papá miraba con orgullo a su hijo, sabiendo que estaba aprendiendo a ser amable y solidario con los demás.

El día en el parque continuó con risas, juegos y momentos especiales entre papá, Tomás y el nuevo amigo. Al llegar la tarde, papá tomó la mano de Tomás y le dijo: - Hoy hiciste algo maravilloso al invitar al niño a jugar. Mostraste generosidad y amabilidad, esas son cualidades valiosas. Siempre recuerda la importancia de ser amable con los demás, hijo.

Tomás asintió con respeto y cariño hacia su papá. Mientras se alejaban del parque, ambos sabían que habían vivido un día inolvidable juntos, lleno de diversión, amor y enseñanzas.

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