Un día especial en el centro María Espinola


Ghesia era una niña muy inquieta y alegre que asistía al centro María Espinola, un lugar donde estudiantes como ella podían aprender y divertirse. Un día, Ghesia se encontraba preocupada y triste porque las cosas no estaban saliendo como esperaba.

Se sentía desanimada y no tenía ánimos de participar en las actividades del centro. Entonces, Monse, una de las maestras, se acercó a Ghesia y le preguntó qué le pasaba.

Ghesia le contó que se sentía frustrada por algunas dificultades que había enfrentado durante el día. Monse la escuchó con atención y le dijo: -Ghesia, entiendo que estés pasando por un momento difícil, pero quiero que sepas que todos tenemos días complicados.

Lo importante es no dejarnos vencer por ellos y buscar maneras de superar los obstáculos. ¿Qué te parece si buscamos juntas una solución? Ghesia asintió con timidez y aceptó la ayuda de Monse.

Juntas empezaron a reflexionar sobre las cosas que podrían hacer para cambiar el rumbo del día. Decidieron hacer una lista de actividades divertidas que les ayudaran a relajarse y recobrar el ánimo. Luego, organizaron un juego en el que participaron todos los estudiantes del centro.

A medida que se divertían, Ghesia notó que su tristeza se desvanecía y su energía positiva volvía. Al final del día, Ghesia agradeció a Monse por ayudarla a superar sus dificultades y le dijo: -Gracias, Monse.

A veces olvido que todos pasamos por días complicados, pero con un poco de ayuda y una actitud positiva, podemos superarlos. Desde ese día, Ghesia recordó la importancia de no rendirse frente a las dificultades y buscó siempre maneras creativas de afrontar los desafíos.

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