Un día luminoso juntos



Había una vez en una escuela de un barrio muy alegre, una niña llamada Marisol. Marisol era muy activa y le encantaba jugar en el patio durante los recreos.

Un día, mientras disfrutaba del sol, conoció a Rayito, un rayo de sol muy simpático que brillaba con intensidad. "¡Hola Marisol! ¡Qué lindo es verte disfrutar del sol!" -dijo Rayito con entusiasmo.

Marisol levantó la mirada sorprendida al escuchar a alguien hablarle desde arriba y vio a Rayito brillando sobre ella. "¡Wow! ¿Quién eres tú?" -preguntó Marisol con curiosidad. "Soy Rayito, el rayo de sol. Estaba viendo que te gusta jugar bajo mi luz y quería contarte algo importante" -respondió Rayito con una sonrisa radiante.

Marisol se acercó emocionada para escuchar lo que Rayito tenía para contarle.

"¿Sabías que el sol es una fuente natural de vitamina D? Esta vitamina es fundamental para tener huesos y dientes fuertes, además te da energía para correr sin fin" -explicó Rayito mientras iluminaba el patio con sus destellos dorados.

Marisol quedó impresionada por lo que acababa de aprender y decidió preguntar algo más:"¿Y qué pasa si juego mucho tiempo bajo el sol? ¿Debo usar protector solar?"Rayito asintió amablemente y le respondió:"Exactamente, Marisol. Jugar bajo el sol es genial, pero es importante proteger tu piel usando protector solar. Así podrás seguir disfrutando del sol de forma segura.

"Marisol agradeció los consejos de su nuevo amigo Rayito y decidió poner en práctica todo lo aprendido.

Desde ese día, cada vez que salía al patio a jugar o corría por el parque, se aseguraba de aplicarse protector solar para cuidar su piel y aprovechar al máximo los beneficios del sol. Con el tiempo, Marisol se convirtió en la niña más activa y saludable de la escuela.

Todos sus amigos admiraban su vitalidad y energía, y ella siempre recordaba las enseñanzas de su amigo Rayito sobre la importancia de la vitamina D y la protección solar.

Así, entre risas y juegos bajo el cálido abrazo del sol, Marisol creció feliz y saludable sabiendo que siempre podía contar con su amigo Rayito para guiarla en el camino hacia una vida activa y llena de energía. Y juntos brillaban como dos astros inseparables en un cielo lleno de posibilidades infinitas.

FIN.

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