Un día mágico con los abuelitos


n lugar especial en su corazón para sus abuelitos. Rápidamente se viste con su remera de superhéroe y pantalones cortos, mientras guarda en su mochila sus juguetes favoritos y un cuaderno para dibujar.

"¡Carlos, apúrate que nos vamos enseguida!", dice su mamá desde la puerta de su habitación. "¡Ya voy, mamá! ¡Estoy listo!", responde Carlos emocionado. La familia sube al auto y emprenden el viaje hacia la casa de los abuelitos.

El sol comienza a salir en el horizonte y el cielo se tiñe de tonos rosados y naranjas. Carlos mira por la ventana maravillado por los colores del amanecer. "¿Te gusta lo que ves, hijo?", pregunta papá desde el asiento delantero.

"¡Sí, papá! ¡Es hermoso! ¿Sabías que el cielo parece una obra de arte gigante?", responde Carlos con entusiasmo. Llegan a la casa de los abuelitos y son recibidos con grandes abrazos y sonrisas.

La abuela prepara un desayuno delicioso con medialunas calentitas y jugo de naranja fresco. Mientras desayunan, los abuelitos escuchan atentamente las historias que Carlos tiene para contarles sobre sus aventuras en la escuela y sus travesuras con amigos.

Después del desayuno, deciden dar un paseo por el parque cercano. Carlos corre por el pasto, persiguiendo mariposas coloridas mientras los abuelitos caminan tomados de la mano disfrutando del aire fresco de la mañana.

"Abuelita, ¿cómo era cuando eras niña? ¿También te gustaba jugar como a mí?", pregunta curioso Carlos. La abuelita sonríe y le cuenta anécdotas divertidas de su infancia, haciendo reír a Carlos con sus ocurrencias. Mientras tanto, el abuelito le enseña a volar una cometa que habían traído especialmente para él.

Juntos corren detrás del viento intentando hacerla elevarse más alto cada vez. Al regresar a casa, la abuela les prepara una merienda especial con torta casera y chocolate caliente.

Todos se sientan alrededor de la mesa compartiendo risas y momentos inolvidables juntos.

Llega la hora de volver a casa pero antes de despedirse, los abuelitos le regalan a Carlos un álbum lleno de fotos antiguas donde pueden verse ellos cuando eran jóvenes junto a sus padres e hijos pequeños como él. "Estas fotos son tesoro familiar muy valioso", dice la abuela emocionada.

Carlos guarda ese álbum como uno d etesoros más preciados que tiene ahora mismoMientras vuelven a casa en auto bajo las estrellas brillantes en el cielo nocturno, Carlos piensa en lo importante que es pasar tiempo con quienes más queres, aprender cosas nuevasy crear recuerdos inolvidables juntos. Y así finaliza este día tan especial llenó alegría e inspiración para seguir creciendo felizmente.

Desde entonces siempre recordará aquel sábado mágico junto amaos queridosFIn

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