Un Día Mágico en la Escuela N 843



Era un día soleado en la escuela N° 843, donde los alumnos se preparaban para una jornada llena de sorpresas. Daniel y Franco, dos mejores amigos, estaban emocionados porque ese día tenían una actividad especial: un concurso de ciencias.

"- ¿Viste lo que dice el cartel?" -le dijo Daniel, apuntando a un colorido aviso en la entrada de la escuela.

"- ¡Sí! -respondió Franco con ojos brillantes-. ¡Nos va a ir genial!"

Ambos sonrieron y se dieron un choclo de manos mientras entraban al aula. La maestra, la señorita Marta, les explicó las reglas del concurso y los grupos que debían preparar.

"- Vamos a hacer equipo con Valentina y Lucas, ¿te parece? -preguntó Daniel, emocionado por compartir el trabajo.

"- ¡Por supuesto! -asintió Franco-. Ellos son muy ingeniosos. Juntos ganaremos el primer premio."

Mientras se organizaban, el grupo decidió hacer un experimento que demostraría cómo funcionaba la presión del aire. Daniel se encargó de buscar los materiales, mientras que Franco investigaba en la biblioteca de la escuela.

"- Mirá lo que encontré, Dani -dijo Franco, acercándose con un libro-. Este es un experimento increíble, ¡mira!"

Sus ojos se iluminaron al descubrir una actividad que involucraba globos y botellas. De inmediato, comenzaron a trabajar.

Pero cuando llegó el momento de la presentación, la maestra les pidió que hicieran una demostración ante toda la escuela. Daniel se puso nervioso.

"- ¿Y si no sale bien? -le confesó a Franco mientras temblaba un poco."

"- No te preocupes -respondió Franco-. Si nos preparamos bien, todo saldrá genial. Además, ¡tú eres muy bueno explicando!"

Con esas palabras, Daniel se sintió más seguro. Juntos, practicaron una y otra vez hasta que la demostración salió perfecta. Llegó el momento de la gran presentación, y todos los compañeros estaban expectantes.

La señorita Marta les dio la palabra. Daniel, aunque un poco temeroso aún, comenzó a explicar.

"- Hoy les vamos a demostrar cómo funciona la presión del aire..." -dijo, mientras mostraba el primer paso de su experimento.

De repente, ¡pum! Un globo estalló. La sala se llenó de risas y sorprendidos murmullos.

"- ¡No era parte del plan! -exclamó Daniel, con una mezcla de sorpresa y risa."

Los amigos lo tomaron con humor. Quart a la intención de seguir. Franco continuó la explicación, agregando chistes y anécdotas sobre el aire y su presión. La presentación resultó ser un éxito, y hasta la señorita Marta aplaudió emocionada.

"- ¡Esto es increíble, chicos! -dijo, sonriendo-. Estoy muy orgullosa de ustedes.

Finalmente, el jurado decidió que todos los participantes eran ganadores por su esfuerzo y creatividad. No había un solo ganador, sino todos eran especiales a su manera.

"- ¡Nosotros ganamos! -gritaron Valentina y Lucas entusiasmados.

"- ¡No solo ganamos un premio! -agregó Daniel-. Aprendimos a trabajar en equipo y a nunca rendirnos."

"- ¡Y que a veces, los errores pueden ser divertidos! -rió Franco."

Al final del día, Daniel y Franco se dieron cuenta de que lo más importante no era ganar, sino disfrutar y aprender juntos.

"- ¿Qué tal si hacemos esto de nuevo el año que viene? -sugirió Franco mientras se despedían.

"- ¡Me parece una excelente idea! -contestó Daniel con una sonrisa de oreja a oreja. La amistad y el aprendizaje siempre serán el verdadero premio.

Y así, un día dentro de la escuela N° 843 se convirtió en una aventura inolvidable para Daniel y Franco, recordando siempre que lo que realmente importa es el viaje compartido y los amigos con los que lo recorremos.

La escuela había sido el escenario no solo de un concurso, sino de una lección de vida que seguirían atesorando para siempre.

FIN.

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