Un Día Soleado y Sin Ciberbullying



Era una hermosa tarde en la escuela de la ciudad Rivera. El sol brillaba intensamente, y el patio se llenaba de risas y juegos. Un grupo de amigos, compuesto por Lucas, Sofía, Tomás y Valentina, disfrutaba de su tiempo libre después de las clases. Hoy se reunirían para aprender sobre el ciberbullying y cómo cuidarse en las redes sociales.

"Che, ¿te acordás del video que vimos la otra vez sobre el ciberbullying?" - preguntó Lucas mientras se sentaba en la sombra de un árbol.

"¡Sí! Fue impactante ver cómo a veces las palabras pueden hacer mucho daño" - respondió Sofía con seriedad.

"Es verdad, lo que decimos en las redes puede lastimar a alguien, aunque no los veamos" - añadió Tomás, acariciando un pequeño perro que se había acercado a ellos.

"Y hay que recordar que hay formas de ayudar a quienes podrían estar sufriendo" - dijo Valentina mientras le lanzaba una pelota al perro.

Mientras los amigos discutían, vieron a un compañero de clase, Facundo, sentado solo en un rincón del patio. Tenía la cabeza baja y parecía triste.

"¡Eh, Facundo!" - gritó Sofía. - “¿Te venís con nosotros a jugar?"

"No sé... no tengo ganas" - respondió él, mirando el suelo.

Lucas notó que Facundo había recibido algunos mensajes desagradables en su celular.

"Facundo, ¿pasa algo?" - le preguntó Lucas. "Sabemos que a veces en las redes no siempre son muy amables…"

"Sí, me mandaron un mensaje que dice que nadie quiere jugar conmigo..." - dijo Facundo triste.

La conversación la tomó por sorpresa a Valentina.

"Pero eso no es verdad, ¡a nosotros nos gusta jugar con vos!" - exclamó.

"A mí también me gustaría que vinieras a la plaza después de clase" - añadió Tomás.

Facundo levantó un poco la mirada.

"¿De verdad?" - preguntó.

"Claro, creemos que todos merecemos divertirnos juntos. Lo que te dijeron no es cierto, son solo palabras dañinas" - respondió Sofía.

Los amigos, decididos a ayudar a Facundo, decidieron hacer algo especial.

"¡Hagamos un cartel sobre lo que significa ser un buen amigo y cómo combatir el ciberbullying!" - sugirió Lucas entusiasmado.

Con la idea en mente, se pusieron a trabajar. Usaron cartulina, marcadores, y colores para crear un cartel lleno de mensajes positivos. Pusieron frases como: "Las palabras tienen poder", "No te quedes callado, si ves algo malo, habla" y "Siempre hay un amigo que te escucha".

Mientras pintaban, Facundo comenzó a sonreír.

"Esto es genial, me encanta la idea. Juntos podemos hacer que la gente se sienta mejor" - dijo.

Después de terminar el cartel, decidieron colgarlo en la entrada de la escuela, para que todos pudieran verlo. Todo era risas y buenos deseos, hasta que un grupo más grande de estudiantes, que veían lo que hacían, se acercó curiosamente.

"¿De qué se trata esto?" - preguntó uno de ellos.

"Estamos hablando sobre ciberbullying y cómo podemos ayudar a los que lo sufren. ¡Queremos que todos se sientan incluidos!" - respondió Valentina.

Los otros estudiantes quedaron impresionados por la idea y decidieron unirse a ellos.

"Teníamos una idea parecida, ¿qué tal si hacemos un evento sobre esto para toda la escuela?" - propuso una chica de otro grupo.

"¡Súper buena idea!" - dijo Tomás emocionado.

Así, ese día soleado se convirtió en un momento de unión para la escuela. Todos parecían decididos a hacer de su lugar un ambiente mejor. Se organizaron para hacer presentaciones, charlas y juegos que promovieran la empatía y el respeto entre ellos.

Con el tiempo, Facundo se sintió mejor y más seguro, ya no estaba solo en el patio. Y lo más importante, los chocolates de ese día también fueron compartidos, sellando la amistad entre todos.

A medida que compartían y se reían juntos, aprendieron que la verdadera fuerza radica en apoyarse mutuamente y mantenerse firmes contra las palabras hirientes. Y desde aquel día, el patio de la escuela de Rivera se convirtió en un lugar lleno de amistad y respeto.

Y así, el grupo de amigos siguió creciendo, siempre recordando que lo más importante en la vida es ser un buen amigo y aprender a cuidar no solo de uno mismo, sino también de los demás. En cada rayo de sol, recordaban su compromiso por un mundo libre de ciberbullying.

FIN.

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