Un ejemplo de bondad


Efraín era un chico muy inteligente y curioso que vivía en Laguna Prieta. Siempre estaba buscando nuevas formas de aprender y descubrir cosas interesantes.

Sin embargo, había algo que lo diferenciaba del resto de sus compañeros: siempre usaba los pantalones por debajo de las rodillas. Un día, la maestra Marta le llamó la atención por no seguir la regla del uniforme escolar. Efraín se sintió avergonzado y triste por haberse descuidado en ese aspecto.

Decidió entonces esforzarse más para mejorar su comportamiento y seguir las normas del salón de clase. "Efraín, entiendo que te gusta vestirte a tu manera, pero en el colegio debemos respetar ciertas reglas.

Es importante que aprendas a seguir las normas para ser un buen ejemplo para tus compañeros", le dijo la maestra Marta con cariño. Efraín reflexionó sobre las palabras de su maestra y decidió hacer un cambio en su actitud.

Comenzó a llevar los pantalones correctamente y a prestar más atención en clase. Pronto, sus calificaciones mejoraron y se convirtió en uno de los mejores estudiantes de la escuela.

Un día, durante una excursión al bosque, Efraín demostró su valentía al salvar a un pajarito herido que encontraron en el camino. Todos sus compañeros lo felicitaron por su noble gesto y él se sintió muy orgulloso de haber hecho algo bueno. "¡Eres increíble, Efraín! ¡Salvaste al pajarito con tanta valentía!", exclamaron todos emocionados.

Desde ese día, Efraín se convirtió en un ejemplo para todos en la escuela. Aprendió que seguir las reglas y actuar con bondad pueden traer grandes satisfacciones.

Y aunque todavía le gustaba ser un poco diferente vistiendo sus pantalones por debajo de las rodillas, ahora lo hacía con estilo y respeto. Así, Efraín comprendió que ser auténtico no significa romper todas las reglas, sino encontrar el equilibrio entre ser uno mismo y respetar a los demás.

Y así siguió creciendo como una persona íntegra y valiente en Laguna Prieta.

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