Un ejemplo de limpieza y trabajo en equipo


Había una vez una escuelita en un pequeño pueblo llamado Alegría. Esta escuela era diferente a las demás, porque todos los niños y niñas se preocupaban por mantenerla limpia y ordenada para vivir bien y feliz.

El director de la escuela, el señor Pedro, les enseñaba a los alumnos la importancia de cuidar su entorno. Les explicaba que un lugar limpio y ordenado favorece el aprendizaje y la convivencia entre todos.

Un día, llegó a la escuelita un nuevo estudiante llamado Tomás. Era un niño travieso que no solía prestar atención a las normas ni al cuidado del lugar donde estaba.

Los demás alumnos intentaron enseñarle cómo mantener todo limpio y ordenado, pero Tomás parecía no entender. Un día, mientras jugaban en el patio durante el recreo, uno de los niños tropezó con una bolsa de basura que alguien había dejado tirada allí. Todos se miraron sorprendidos e indignados por lo ocurrido.

-¡Esto no puede ser! -exclamó Laura-. Tenemos que hacer algo para evitar que esto vuelva a pasar. Todos estuvieron de acuerdo y decidieron formar un grupo llamado "Los Guardianes del Orden".

Su misión era asegurarse de que la escuela siempre estuviera limpia y ordenada. Durante semanas, "Los Guardianes del Orden" trabajaron arduamente para concientizar a sus compañeros sobre la importancia de cuidar su entorno.

Realizaron charlas informativas sobre reciclaje, organizaron jornadas de limpieza y hasta crearon murales coloridos con mensajes positivos en las paredes del colegio. Poco a poco, todos los alumnos comenzaron a darse cuenta de lo maravilloso que era tener una escuela limpia y ordenada. El ambiente se volvió más agradable y el aprendizaje mejoró notablemente.

Sin embargo, Tomás seguía siendo el único que no prestaba atención ni ayudaba en las tareas de limpieza. Los demás niños se sentían frustrados por su actitud y decidieron hablar con él.

-Un lugar limpio y ordenado nos beneficia a todos -le explicó Martín-. Podemos aprender mejor, jugar sin preocupaciones y sentirnos orgullosos de nuestra escuela. ¿No te gustaría ser parte de eso? Tomás reflexionó sobre sus palabras y finalmente entendió la importancia de cuidar su entorno.

Decidió unirse al grupo "Los Guardianes del Orden" y prometió hacer todo lo posible para mantener la escuelita limpia y ordenada. Desde ese día, Tomás cambió su actitud por completo.

Se convirtió en uno de los estudiantes más responsables y comprometidos con el cuidado de la escuela. Sus compañeros lo felicitaron por su cambio positivo y juntos lograron mantener su escuelita siempre limpia, ordenada para vivir bien y feliz.

Y así, gracias al esfuerzo conjunto de todos los alumnos, la escuelita de Alegría se convirtió en un ejemplo para otras instituciones educativas. Los niños aprendieron que cuando trabajan juntos por un objetivo común, pueden lograr grandes cosas e inspirar a otros a seguir su ejemplo.

Y colorín colorado, esta historia infantil llena de enseñanzas ha terminado.

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