Un elefante albañil


Simón era un elefante curioso y trabajador que vivía en la selva. Un día, mientras observaba a los constructores humanos en una aldea cercana, Simón quedó impresionado por la habilidad y destreza con la que levantaban paredes y techos. Desde ese momento, Simón decidió que quería ser albañil.

"¡Mamá, papá, quiero ser albañil!" -exclamó Simón con entusiasmo.

"Pero Simón, los elefantes no son albañiles, ¿cómo harías para trabajar con esas herramientas tan pequeñas?" -respondió su mamá entre risas.

Decidido a cumplir su sueño, Simón buscó la ayuda de sus amigos en la selva. Ellos, al principio, se burlaron de la idea de Simón, pero al ver su determinación, se unieron para ayudarlo. El mono le enseñó a usar un martillo adaptado a su tamaño, la cebra le mostró cómo afinar su precisión con piedras y el pájaro carpintero le dio consejos sobre el cuidado de las herramientas.

Con el apoyo de sus amigos, Simón practicó día y noche, perfeccionando sus habilidades. Finalmente, se acercó a la aldea humana y ofreció sus servicios como albañil. Al principio, los aldeanos se sorprendieron al ver a un elefante tan decidido, pero al ver la calidad de su trabajo, no dudaron en contratarlo.

Sin embargo, una tarde, cuando Simón estaba trabajando en la construcción de una casa, un fuerte viento derribó la estructura. Todos los aldeanos se desanimaron, pero Simón propuso una solución. Utilizando su fuerza, levantó las paredes una por una, con una precisión que dejó a todos boquiabiertos.

A partir de ese día, Simón se convirtió en el albañil más respetado de la región. Su historia inspiró a muchos a seguir sus sueños, sin importar los obstáculos. Y desde entonces, los elefantes demostraron que, con empeño y apoyo, ¡nada es imposible!

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