un encuentro mágico



Había una vez en el corazón del bosque lobo, un lugar mágico donde los niños del pueblo vecino solían aventurarse a jugar. Este bosque era famoso por sus árboles centenarios, sus ríos cristalinos y sus misteriosas leyendas.

Un día, tres valientes amigos, Luna, Martín y Juan, decidieron adentrarse en el bosque para descubrir si las leyendas eran reales. -¡Vamos, amigos! No tengamos miedo, solo vamos a jugar y a explorar -dijo Luna con entusiasmo.

Los niños rieron y se adentraron en el espeso bosque. Mientras jugaban, de repente escucharon un ruido extraño. -¿Qué fue eso? -preguntó Martín, con los ojos como platos. De repente, una criatura mágica salió de entre los árboles.

Era un hada con alas resplandecientes y una sonrisa radiante. -¡Soy Violeta, la guardiana del bosque lobo! ¿Quieren descubrir la magia que se esconde en este lugar? -les preguntó el hada con dulzura. Los niños asintieron emocionados.

Violeta los llevó a un claro en el bosque, donde les mostró plantas con poderes curativos, animales que hablaban y flores que brillaban en la oscuridad. Los amigos estaban maravillados. Pero de repente, un lobo gris apareció ante ellos.

Luna recordó una de las leyendas del bosque, que afirmaba que el lobo era amigo de quien demostrara valentía. Con decisión, se acercó al lobo y le acarició la cabeza. El lobo la miró con ojos dulces y empezó a jugar con los niños.

Después de un día mágico, los amigos regresaron al pueblo con el corazón lleno de emociones. Compartieron su aventura con los demás niños, quienes quedaron encantados. Desde entonces, el bosque lobo se convirtió en el lugar favorito de todos, donde la magia y la amistad reinaban para siempre.

FIN.

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