Un futbolista en acción



David era un niño apasionado por el fútbol. Desde que tenía uso de razón, siempre soñaba con ser un futbolista profesional.

Todos los días, después de la escuela, se dirigía al parque con su balón de fútbol y practicaba tiros al arco, regates y pases largos. "¡Vamos, David! Eres imparable", le gritaba su amigo Juan mientras jugaban. David estaba decidido a entrenar duro para cumplir su sueño. Sin embargo, un día, durante un partido importante, David se lesionó la pierna.

El médico le dijo que tendría que descansar por varios meses. David se sintió desanimado, pero su familia y amigos lo apoyaron y le recordaron que los grandes futbolistas también tuvieron obstáculos.

Con determinación y paciencia, David siguió una estricta rehabilitación. Durante ese tiempo, comenzó a estudiar tácticas de juego y a observar detenidamente a los jugadores profesionales. Finalmente, después de meses de arduo trabajo, David regresó al campo con más fuerza y ​​determinación que nunca.

Su perseverancia rindió frutos y fue seleccionado para un equipo juvenil. A partir de ese momento, David no solo destacó en el fútbol, sino que también aprendió la importancia del esfuerzo, la paciencia y la superación.

Con el tiempo, su nombre se convirtió en sinónimo de talento y dedicación, inspirando a otros niños a seguir sus sueños, así como él lo hizo.

FIN.

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